Los ministros de Educación de la Unión Europea rebajan sus objetivos para 2010

El 19,4% de los jóvenes europeos abandona precozmente la escuela. Los ministros de Educación de la UE, reunidos ayer en Bruselas, han aceptado intentar reducir el fracaso escolar europeo a la mitad de aquí al año 2010, sin comprometerse a ello en cada uno de los países como quería la Comisión. Éste y otros cuatro indicadores serán constantemente comparados para intentar mejorar la calidad educativa europea en su conjunto. La ministra española, Pilar del Castillo, dice confiar en que la Ley de Calidad reducirá el actual 28,6% de fracaso escolar en España.

Los ministros de Educación de la UE rehusaron fijar para sus países objetivos de calidad educativa concretos de los que dar cuenta después en Bruselas. Sólo se mostraron dispuestos a intentarlo con referencias porcentuales a nivel europeo. De ahí que la primera propuesta de la Comisión Europea (EL PAÍS, 6 de febrero) haya sido convenientemente retocada para lograr algún acuerdo político, por ejemplo, el de aceptar una comparación constante que a algunos les pone en muy mal lugar o el de fijar unas metas a las que aproximarse. Las medias de mejora fijadas para 2010 incluyen a los 25 países que formarán en un futuro la UE, cuyos ministros también participaron en la reunión de ayer. La comisaria de Educación, Vivian Reding, fijó los objetivos a alcanzar en 2010:

-Debería lograrse un índice medio de jóvenes en situación de abandono escolar prematuro no superior al 10%. Se ha suprimido la propuesta de la Comisión de que todos los Estados redujeran a la mitad su porcentaje registrado en 2000.

-El número total de licenciados en matemáticas, ciencias y tecnología debería aumentar al menos en un 15% al tiempo que debería disminuir el nivel de desequilibrio entre hombres y mujeres. No hay todavía datos completos de cuál es el nivel europeo en este terreno, aunque se sabe que hay grandes diferencias entre países.

-Los ministros se han comprometido a "velar" para que al menos el 85% de los jóvenes de 22 años hayan terminado sus estudios secundarios superiores (ver gráfico). Bruselas quería alcanzar el 80% entre una población mucho más amplia: de los 25 a los 64 años.

-El porcentaje de alumnos de 15 años con rendimientos insatisfactorios en lectura debería reducirse en un 20% con respecto al año 2000. La propuesta de Reding era reducir la proporción a la mitad e incluía, además, los rendimientos insatisfactorios en matemáticas y ciencias.

-La tasa media de participación en educación permanente debería concernir al menos al 12,5% de la población adulta en edad de trabajar. Se ha eliminado la referencia expresa de que "en ningún país esta proporción debería ser inferior al 10%". La tasa media de la UE es del 8,4%. El mejor indicador lo presenta el Reino Unido con un 21,7% y el peor, Grecia (1,4%). España se queda a la mitad de la media europea con un 4,9%.

De estos cinco indicadores de calidad, quizá el más importante es el del fracaso escolar. Portugal (45,2%), España (28,6%) e Italia (26,4%) registran las peores tasas de abandono escolar de la UE. A pesar de ello, la delegación española era partidaria de mantener un objetivo ambicioso al respecto por considerarlo un acicate. Del Castillo se mostró especialmente "entusiasta" con el apartado principal del programa e-learning de fomento de la informática e Internet, que dedicará casi la mitad del presupuesto total (33 millones de euros) a hermanar virtualmente a escuelas de un país de la Unión Europea con otras de un país diferente.

Erasmus Mundus

Por otra parte, las becas europeas más importantes, semejantes a las Fulbright americanas, no han nacido todavía, pero ya han cambiado de nombre. No se llamarán Erasmus World, demasiado anglosajón, sino Erasmus Mundus. Los ministros de Educación fijaron ayer en 180 millones de euros el montante total de ellas para 2004-2008. 4.200 estudiantes de posgrado y mil profesores de todo el mundo podrán beneficiarse de estas becas.

Paralelamente, la Unión Europea creará 250 másters interuniversitarios para alumnos europeos de posgrado por una duración de cinco años y siempre que haya implicadas tres universidades.