Un final inexplicable
Pierre Bérégovoy, ex primer ministro de Francia y alcalde de Nevers, murió de un disparo en la cabeza, hecho a quemarropa con la pistola de su guardaespaldas. Era la tarde del 1 de mayo de 1993. Rápidamente se estableció la tesis del suicidio y la hipótesis de que aquella tragedia era fruto del tormento íntimo de quien había sufrido una humillante derrota electoral, apenas dos meses antes. Además, su imagen de hombre íntegro estaba cuarteada a causa de comprometedoras revelaciones de prensa.