Una misión conjunta de EE UU y Rusia reanuda los vuelos espaciales
Los vuelos tripulados al espacio se reanudaron esta madrugada con la misión tripulada de dos astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS). Es el primer viaje espacial desde el fatal accidente del transbordador Columbia el pasado frebrero.
Rusia lanzó ayer una nave Soyuz, con el estadounidense de origen chino Edward Lu y el ruso Yuri Malénchenko a bordo, que tendrán que reemplazar en la ISS a sus actuales inquilinos, los estadounidenses Ken Bowerson y Don Pettit y el ruso Nikolái Budarin, que llevan en el espacio desde hace cinco meses.
La nave rusa fue lanzada a primeras horas de la mañana desde el cosmódromo de Baikonur, en las estepas de Kazasjtán. Tras la catástrofe del Columbia, en la Soyuz esta vez vuelan sólo dos pasajeros, en lugar de los habituales tres. Con ello, se ha obtenido más espacio para llevar cargas adicionales y se ahorrarán recursos en órbita. Esto es sumamente importante ahora que los transbordadores de EE UU no vuelan a la ISS.
La tripulación actualmente en la estación tendrá que regresar en la Soyuz, que en principio debe aterrizar el próximo domingo en Kazajstán. Para recibir a los tres astronautas viajarán los jefes de las agencias espaciales que participan en la ISS, quienes celebrarán negociaciones para discutir los problemas relativos a la manutención de la plataforma espacial, a su financiación y a la reanudación de los vuelos de los transbordadores.
El comandante de la nueva expedición es Malénchenko, quien a sus 41 años es uno de los cosmonautas de mayor experiencia, mientras que su colega norteamericano Lu hará de ingeniero de vuelo. Lu cumplirá los 40 en la ISS el 1 de julio. No está previsto que los astronautas realicen trabajos fuera de la estación, donde permanecerán hasta octubre.
Ambas tripulaciones trabajarán varios días juntos para que los nuevos ocupantes de la ISS adquieran soltura operativa.
Ken Bowersox, Don Pettit y Nicolai Budarin regresarán a la Tierra en una Soyuz TMA-1, q que se encuentra adosada permanentemente a la estación espacial para funcionar como salvavidas. En un principio se había previsto que el regreso se efectuara en el trasbordador Atlantis y que el punto de aterrizaje fuese Cabo Cañaveral (Florida). Pero el lugar será Baikanur.
Es la primera vez que los astronautas estadounidenses utilizan un cohete ruso, dado que todos los viajes de ida y vuelta a ISS se han realizado con trasbordadores de la NASA desde que comenzó su construcción en 1998.
Esta misión tiene sólo un carácter de mantenimiento, aunque se continuarán algunos experimentos científicos, pero simbólicamente es importante porque en los momentos posteriores al desastre del Columbia se temió el abandono de la ISS, al ser EE UU el principal socio económico del consorcio de 16 países. El hecho de que Rusia, que encabeza el consorcio junto con EEUU, haya sido quien rescate el proyecto es motivo de gran orgullo para ese país, cuyo programa espacial había perdido dinamismo por falta de presupuesto. Este mes sin embargo el Gobierno de Moscú destinó 38 millones el de dólares a su programa. Para la industria espacial rusa, la estación espacial tiene un gran valor porque sin ella la función de sus cohetes se limitaría al lanzamiento de satélites comerciales.
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