Alcohol y drogas multiplican por siete los accidentes en fin de semana

Más de 300 jóvenes vascos se ven implicados cada año en accidentes de tráfico sólo durante los fines de semana con el alcohol o la droga como causante principal. La desproporción entre los días laborables y los sábados y domingos es notoria. De hecho, se registran siete veces más siniestros los fines de semana por culpa de estas sustancias. Cada año mueren unas 40 personas con edades comprendidas entre 14 y 24 años en las carreteras vascas. Durante las fiestas de Semana Santa, Tráfico calcula que habrán circulado más de medio millón de vehículos.

No hay un fin de semana en que la Dirección de Tráfico no informe sobre un siniestro en el que confluyen dos elementos: que el conductor sea una persona de 14 a 24 años y que el motivo principal del choque sea el consumo de alcohol o droga. A pesar de las campañas informativas, éste se mantiene como un hábito recurrente. Según los últimos datos procesados por la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco, que corresponden a 2001, un total de 6.827 jóvenes sufrieron algún accidente de circulación ese año. Pero las causas varían según el día de la semana en que se producen.

Según el retrato robot que ofrecen las estadísticas, un miércoles cualquiera el alcohol apenas aparece entre las causas de accidente de los jóvenes: sólo siete siniestros se registraron durante ese día de la semana en todo el año, por detrás incluso de elementos como la meteorología adversa. En cambio, los fines de semana se dispara hasta convertirse en el tercer factor de más riesgo: 304 personas se vieron envueltas en accidentes por culpa de la bebida.

Generalmente, la causa a la que más se achacan los siniestros es la distracción (en un 28%). Le sigue la velocidad inadecuada (un 17%), la infracción de una norma (un 8%), el estado de la vía (un 4,7%), o la inexperiencia (4,6%). Pero los sábados y domingos el alcohol y las drogas se introducen en esa lista hasta alcanzar el tercer puesto.

En realidad, estos datos tienen una carga de subjetividad, porque dependen en parte de las explicaciones que ofrece el propio conductor. Pero hay otro totalmente objetivo, el de los controles de alcoholemia que efectúa la Ertzaintza tras el momento en que se producen los accidentes.

Durante el año pasado, la policía autónoma realizó la prueba en 1.734 accidentes de circulación ocurridos en las carreteras vascas, y en un 31% de los casos dio positivo alguno de los conductores implicados, al margen de su edad. Aún así, entre quienes pasaron por el detector, se ha reducido en un 4,34% el número de personas que han dado una tasa superior a la permitida tras someterse a la prueba.

Controles de alcoholemia

Los mensajes para fomentar la concienciación y la prudencia al volante, así como la prohibición del consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes, entre la juventud calan poco a poco. El año pasado, disminuyó en un 2,45% el número de alcoholemias positivas en accidentes de circulación. En los últimos meses se ha reducido también el número de conductores que se niegan a realizar la prueba. No obstante, la policía autonómica vasca detuvo a 1.328 personas por conducir bajo los efectos de la bebida (620 en Vizcaya, 592 en Guipúzcoa y 116 en Álava), un número que repercute directamente en la siniestralidad en las carreteras.

Independientemente de las causas que motivaron los siniestros, sí se ha producido un descenso en el número de jóvenes que se ven involucrados en los accidentes de circulación. En 1999 se tocó techo al superarse las 8.100 personas accidentadas de 14 a 24 años. Desde entonces, el dato ha mejorado ligeramente. Con todo, cada año se registran en torno a las 40 muertes en el País Vasco. Eso sí, el número de accidentados es aún muy elevado: hace dos años se contabilizaron 6.800. De todos esos jóvenes, 4.500 conducían el vehículo, otros 2.290 iban como ocupantes y los 22 restantes eran peatones.

Es significativa la diferencia existente entre la siniestralidad de los hombres y la de las mujeres. Éstas aparecen tres veces y media menos en las estadísticas de accidentados que los varones (5.251 hombres frente a 1.576 mujeres en el año 2001), lo cual explica la decisión adoptada en los últimos años por las compañías aseguradoras al ofrecer condiciones más ventajosas a las conductoras femeninas.