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El Clínico instalará en barracones parte del servicio de urgencias

Los responsables del hospital aseguran que la medida es "provisional"

Miquel Noguer

El Hospital Clínico de Barcelona instalará próximamente en barracones parte del servicio de urgencias del centro. Con esta solución, que ya ha levantado críticas entre los trabajadores, el hospital pretende hacer frente a la falta de espacio existente. Según los responsables del centro la medida es "provisional", mientras se espera rehabilitar un edificio vecino al hospital y que permitirá esponjar algunos servicios. La obra, sin embargo, no tiene fecha de ejecución.

Las vigas que sustentarán los barracones ya se han comenzado a instalar en uno de los patios interiores del centro. Se trata de la primera fase de unos trabajos que finalizarán en tres meses y que darán lugar a un barracón prefabricado de dos plantas. Un portavoz del hospital aseguró ayer que el barracón no servirá para acoger a pacientes, sino que tendrá funciones "administrativas" y "de gestión".

Sin embargo, nadie sabe exactamente durante cuánto tiempo será necesaria su presencia, ya que todo depende del proyecto de ampliación del hospital hacia un edificio vecino, un proyecto que según diversas fuentes se encuentra bloqueado por problemas administrativos.

Los sindicatos consideran "inédito" el uso de barracones para acoger servicios hospitalarios. Hasta ahora, en Cataluña su uso siempre se había asociado a los colegios públicos, que sufren una endémica falta de espacio, y, últimamente, a algunos centros penitenciarios.

La portavoz del sindicato de Enfermería SATSE en el Hospital Clínico, Pilar Salamero, criticó ayer la instalación de la estructura prefabricada y se mostró preocupada por la posibilidad de que la ocupación del patio interior obstruya las salidas de emergencia de esta parte del centro hospitalario. Salamero explicó que desde su organización ya se ha pedido al hospital que explique el uso concreto que se hará del barracón y por qué razones se ha instalado en un patio interior del centro. "Hasta el momento nadie nos ha informado", aseguró esta delegada sindical.

Los trabajadores del centro ven con preocupación este tipo de medidas ya que temen que ello acabe perjudicando la actividad asistencial de uno de los más reputados hospitales de Barcelona. Los temores se han avivado especialmente en los últimos días, tras anunciar la dirección un severo recorte de la actividad asistencial, que ya ha implicado el cierre de una treintena de camas. Algunos de los sindicatos ya han pedido una reunión urgente del comité de empresa para analizar la precaria situación que atraviesa el hospital.De "medida de fuerza" tildan fuentes próximas a la dirección del Clínico la decisión de su director general, Joan Grau, de reducir los servicios del centro mientras éste no ingrese más dinero por los servicios que le encarga su principal cliente, el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).

Grau, que en los últimos años ha intentado en vano renegociar al alza el convenio del Clínico con el Catsalut, anunció la semana pasada a los trabajadores que el hospital reducirá en un 10% los servicios que está prestando. A medio plazo esto significa el cierre temporal de unas 300 camas, recortes en las consultas externas y prescindir de parte del personal no fijo del centro. Con este anuncio, Grau pretende hacer reaccionar a la Generalitat, para que mejore la financiación del hospital como ya hizo con el de Sant Pau. De lograrlo, el Gobierno central seguiría haciendo las aportaciones necesarias para sustentar el hospital.

Esta incertidumbre preocupa enormemente a los siete sindicatos representados en el comité de empresa del centro. Fernando de la Fuente, representante de AIPS, mayoritario en el Clínico, afirmó ayer que "la Generalitat debe ser consciente de que estamos prestando más servicios de los que paga y debe adaptar el montante del concierto a las necesidades sanitarias de la población de Barcelona y Cataluña". Ningún responsable del Departamento de Sanidad quiso ayer hacer declaraciones.

Los sindicatos denuncian un problema endémico de los hospitales concertados catalanes: cuando la actividad de estos centros supera la estrictamente encargada por el CatSalut, algo que ocurre siempre en el Hospital Clínico, este organismo sólo paga por cada servicio alrededor del 25% del precio de tarifa.

En el caso del Clínico este problema también toma un cariz político ya que es el Gobierno central el encargado de sufragar su posible déficit. Y el año pasado éste batió todas las marcas: 29 millones de euros. Ante esta factura el Gobierno central ha comunicado que no piensa seguir pagando si la Generalitat no mejora la financiación del Clínico. En 2001, cuando el déficit acumulado del hospital ya superaba los 120 millones de euros, el Catsalut encargó al centro servicios por valor de otros 130 millones.

Los trabajos para instalar los edificios prefabricados en un patio interior del hospital, ayer.
Los trabajos para instalar los edificios prefabricados en un patio interior del hospital, ayer.VICENÇ FORNER

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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