El Polisario acepta un nuevo censo para el referéndum del Sáhara

El Frente Polisario está dispuesto a hacer una concesión sustancial a las tesis marroquíes para desatascar el conflicto del Sáhara. A cambio de ceder en la identificación del cuerpo electoral, que votaría en un referéndum de autodeterminación, pide que la ONU renuncie a su actual proyecto de autonomía provisional durante un lustro y que los habitantes de la ex colonia se pronuncien cuanto antes sobre su estatuto definitivo. James Baker, el emisario de la ONU para el Sáhara, propuso en enero un nuevo plan que ninguna de las partes ha rechazado.

El censo de los que podrán votar en ese referéndum se convirtió en el gran obstáculo en las discusiones entre saharauis y marroquíes, hasta el punto de que la ONU ha preferido omitirlo en los últimos tres años. En 1999, la comisión de identificación de la Minurso (misión de Naciones Unidas en el territorio) elaboró una lista provisional de 86.300 votantes. A continuación, Rabat presentó 135.000 recursos de modificación, tratando de incluir a marroquíes que supuestamente emigraron del territorio tras la salida de España. La situación quedó bloqueada y Naciones Unidas optó por buscar nuevas soluciones.

Al iniciarse el proceso de identificación, la ONU impuso como requisitos para ser votante, si no se poseían documentos, el testimonio oral de dos jefes de tribu (una por cada parte). La medida tenía como objetivo involucrar a saharuis y marroquíes, pero acabó creando fricciones. "Ha resultado ser el mayor problema. (...) El testimonio de los jeques refleja las posiciones de sus bandos", dijo el secretario general, Kofi Annan, en 2001.

El Polisario, indican fuentes diplomáticas, está ahora dispuesto a no imponer condiciones a la tramitación de los 135.000 recursos marroquíes. Deja todas las decisiones sobre identificación en manos de la ONU, con o sin la presencia de jefes de tribu. Así se lo comunicó en marzo a James Baker, el emisario de Annan.

Resuelto el principal escollo para completar el censo, el Polisario calcula que Naciones Unidas podría celebrar un referéndum dentro de un año y así sortear el delicado periodo de autonomía que prevé la última propuesta del enviado especial de Annan.

Dos órganos

Baker distribuyó en enero una nueva versión de su plan, que estipula la celebración de elecciones autonómicas en la ex colonia española para elegir, con un censo que no tomaría en cuenta los recursos marroquíes, un Ejecutivo y una Asamblea Legislativa. Éstos constituirían la autoridad provisional del Sáhara. Tras cuatro o cinco años se desarrollaría un referéndum de autodeterminación en el que, además de los 86.300 votantes anteriores, acudirían a las urnas todos aquellos que puedan demostrar que se establecieron en el territorio antes de 2000.

El Polisario estima que una transición larga podría degenerar en un conflicto con Rabat porque la ONU desaparecería entre la primera y segunda consulta, un vacío que beneficiaría al más fuerte. De ahí que esté dispuesto a correr un cierto riesgo. Argelia, por su parte, respalda a los saharauis, pero su reacción ante la versión actualizada del plan de Baker es menos negativa que en ocasiones anteriores.

Annan, Baker y los miembros del Consejo de Seguridad deberían haber discutido del Sáhara hoy en un almuerzo que fue cancelado porque el anfitrión viajó a Atenas. "Baker es en estos momentos el único que sabe lo que han dicho todas las partes", resumió una fuente diplomática. Annan deberá entregar el 19 de mayo un informe valorando esas respuestas y los pasos a dar a continuación.