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GUERRA EN IRAK | La posición del Gobierno

Aznar acepta el encargo de Bush de exigir a Siria que no acoja a colaboradores de Sadam

El jefe del Gobierno español trasladará a Damasco la "seria advertencia" de Washington

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió ayer al jefe del Gobierno español, José María Aznar, que traslade a Siria su advertencia de que no debe dar refugio a los dirigentes del régimen de Sadam Husein que huyen de Irak tras la victoria de las tropas angloestadounidenses. Fuentes de La Moncloa indicaron que Aznar tiene la intención de cumplir la petición de Bush, para lo que en las próximas horas se pondrá en contacto con el presidente sirio, Bachar el Asad. Las mismas fuentes indicaron que EE UU no tiene intención de atacar a Siria, pero sí de transmitirle una "seria advertencia".

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En el curso de una conversación de unos 40 minutos, según fuentes de La Moncloa, el presidente Bush pidió ayer la colaboración de Aznar para intentar convencer a las autoridades de Damasco de que pongan fin a su colaboración con el depuesto régimen de Bagdad. Apelando a las tradicionales relaciones de España con el mundo árabe, según las mismas fuentes, Bush ha pedido a Aznar una gestión personal ante el presidente Bachar el Asad, que el jefe del Gobierno español se ha comprometido a realizar.

Las mismas fuentes aseguraron que los servicios de inteligencia de la coalición tienen constancia de que parte de la cúpula del régimen de Sadam Husein ha cruzado la frontera y hallado refugio en la vecina Siria. En cambio, rechazaron, pese a lo afirmado públicamente por el propio Bush, que uno de los motivos de tensión sea la posesión por Damasco de armas químicas. "Sobre eso no tenemos constancia ni se nos ha trasladado nada", indicó un portavoz oficial.

El Gobierno de Madrid, como el de Londres, niega que Siria sea el próximo país en la lista de objetivos militares de Washington, aunque admite que las manifestaciones de los últimos días constituyen "una seria advertencia" por su conducta.

Las fuentes consultadas no pudieron precisar cuándo cumplirá Aznar el encargo de Bush, ya que el jefe del Gobierno español viajó anoche a Polonia y esta tarde, tras una apretada agenda en Varsovia, viajará a Atenas para participar en la cumbre de la UE. Lo más probable es que en algún momento, a lo largo de "las próximas horas", contacte telefónicamente con el presidente sirio Bachar el Asad.

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Ayer, poco antes de que trascendiera el contenido de la conversación entre Aznar y Bush, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, calificó en Luxemburgo de "poco afortunadas" las declaraciones de mandatarios estadounidenses sobre Siria.

La jefa de la diplomacia española aseguró que en este momento "no hay ninguna perspectiva en agenda de otra cuestión que no sea la reconstrucción" de Irak. "Hay declaraciones [de responsables del Pentágono] que no ayudan, pero no le voy a decir a Estados Unidos lo que tiene que decir", concluyó.

Por su parte, el embajador sirio en Madrid, Mushen Bilal, reclamó una respuesta contundente de España, a la que calificó de "país amigo", ante las acusaciones "sin base" de Washington. "Confío en que la reacción del presidente español a una petición de esta índole consista en pedir, de forma clara y precisa a EE UU, que deje de provocar a Siria", declaró a EL PAÍS.

Bilal negó que su país haya acogido o se proponga dar refugio a dirigentes del depuesto régimen de Sadam Husein. "Ninguno ha cruzado la frontera", aseguró. ¿Y si lo hiciesen? "Siria es un país responsable que lo lleva demostrando desde hace años".

El embajador negó también que su país tenga o intente adquirir armas de destrucción masiva. "Siria está dispuesta a acoger a inspectores, porque no tiene nada que esconder", dijo. "Eso sí", puntualizó, "Siria pone una condición: que todos los demás países de la región, incluido Israel, se sometan también a inspecciones. Sospecho que Israel sí tiene algo que esconder", concluyó.

España es, de los aliados con Estados Unidos en esta crisis, el país que mejores relaciones mantiene con el régimen sirio. "De ahí que Bush haya pedido a Aznar, con toda normalidad, que ejerza su influencia sobre Damasco", explica una fuente de la diplomacia española.

La relación hispano-siria sólo atravesó una etapa de frialdad tras la muerte, en abril de 1989, del embajador español en Beirut, Manuel de Arístegui, por un proyectil de la artillería siria, según el informe elaborado en su día por Asuntos Exteriores. La visita del presidente Felipe González a Damasco, en 1995, supuso la normalización de las relaciones.

España fue el destino elegido por el nuevo presidente sirio, Bachar el Asad, para efectuar, en mayo de 2001, su primer viaje a Europa. Aunque aquella visita no tuvo carácter oficial, el jefe de Estado sirio cenó con los Reyes en La Zarzuela y ofreció una rueda de prensa con Aznar.

En enero pasado, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, se desplazó a Damasco para recabar el punto de vista sirio sobre la crisis con Irak. En Damasco gobierna una rama del partido Baas, como hasta ahora en Bagdad, aunque ambas están enfrentadas desde hace décadas.

Siria, que es miembro no permanente del Consejo de Seguridad, al igual que España, aprobó la resolución 1.441, que preveía "graves consecuencias" para Irak si no cooperaba con los inspectores de desarme, pero se opuso a una nueva inicitiva que legitimara la intervención militar. Damasco no figura en el Eje del Mal en el que Bush sitúa a Irán y Corea del Norte, además del Irak, pero sí está incluido en la lista negra de gobiernos que apoyan el terrorismo elaborada por el departamento de Estado de EE UU.

José Luis Rodríguez Zapatero, ayer, en la conferencia de prensa tras la reunión de la ejecutiva del PSOE.
José Luis Rodríguez Zapatero, ayer, en la conferencia de prensa tras la reunión de la ejecutiva del PSOE.ULY MARTÍN

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