Sanidad mantendrá durante las vacaciones el consejo de no bañarse en elas playas
Los restos de chapapote del 'Prestige' en el agua pueden causar problemas de piel
El Departamento de Sanidad mantendrá durante esta Semana Santa la recomendación de no bañarse en las playas vascas, ya que sus aguas contienen aún restos de chapapote de diverso tamaño, a veces no claramente perceptibles, procedentes del vertido del Prestige. El Ejecutivo autónomo no descarta que estos residuos puedan producir problemas de salud, fundamentalmente dermatológicos, razón por la que mantiene su consejo.
Durante los últimos días, ni el dispositivo de rastreo coordinado por el Gobierno vasco ni las embarcaciones que salen a pescar verdel y anchoa han avistado reguero alguno de fuel aguas adentro. Sin embargo, el chapapote procedente del Prestige, en forma de pequeñas galletas o monedas, sigue manchando las áreas más próximas a la orilla y llegando a la arena de las playas de Vizcaya y Guipúzcoa. Los restos proceden principalmente de las zonas de rocas y acantilados, en las que quedaron pegados hace unos meses y de donde ahora se desprenden por efecto del oleaje.
Tal es la opinión de la comisión oficial creada en la comunidad autónoma para el seguimiento de la catástrofe ecológica causada por el vertido del buque. Este comité mantendrá a principios de la semana entrante, antes del inicio de las vacaciones, una de sus habituales reuniones, en la que tratará sobre el estado de las playas vascas y probablemente lanzará unas recomendaciones de uso.
A día de hoy, el acceso está permitido en todas las playas guipuzcoanas, salvo en la de Mutriku, cuyo Ayuntamiento ha colocado carteles en los que pide a los ciudadanos que no circulen por la playa, enclavada en un espacio bastante rocoso.
En Vizcaya, los consistorios de Mendexa, Lekeitio, Mundaka, Bermeo y Bakio mantienen también prohibida oficialmente la entrada a las playas. Este último municipio baraja la posibilidad de levantar la restricción para Semana Santa, mientras que los otros cuatro, en principio, no lo tienen previsto. En cualquier caso, los ayuntamientos consultados coinciden en la dificultad de impedir en la práctica que la gente acceda a los arenales, donde la presencia de restos de fuel ha disminuido considerablemente durante las últimas semanas.
Tareas de limpieza
Las diputaciones vizcaína y guipuzcoana, encargadas de la limpieza de las playas (salvo las de San Sebastián, de las que se encarga el propio ayuntamiento), continuarán, de momento, con el servicio reforzado.
En Vizcaya, durante el invierno, trabajan normalmente en estas tareas 29 operarios. Ahora hay 62 y limpian las playas todos los días, según explica la directora de Medio Ambiente, María Carmen Urbieta, quien no duda de que "van a seguir llegando pequeños restos" de fuel a la arena.
Un total de 21 trabajadores se encargan de la limpieza de las playas guipuzcoanas frente a la media docena habitual fuera de temporada, mientras que en la capital se ha pasado de tres a doce personas, según indica el técnico de Medio Ambiente de la Diputación Iñaki Bañares.
Durante las últimas jornadas, en las playas vizcaínas se vienen recogiendo una media diaria de entre dos y cuatro toneladas de residuos impregnados con fuel. Ayer, en concreto, se retiraron 4,4 toneladas, dos de ellas de la playa de Bakio. En Guipúzcoa, la cantidad media de restos de fuel que se limpia cada día de playas y rocas ronda los 200 kilos. Ayer fueron 163 kilos y la mayoría se recabaron en Cuartas.
Sin repercusión turística
El estado de las playas, bueno, regular o malo, no incidirá previsiblemente en la campaña turística de Semana Santa en Euskadi, ya que, en general, los visitantes que acuden a la comunidad autónoma esos días no lo hacen en busca de sol y arena, según opina el diputado de Economía y Turismo de Guipúzcoa, José Ramón Beloki.
"Es un segmento muy reducido de personas el que viene a conocer o recorrer las ciudades y pueblos del País Vasco" durante Semana Santa "y está pensando también en bajar a la playa y bañarse", subraya Beloki. "Otra cosa será en verano", pero durante la se,mana que mañana se inicia, "si viene o no la gente, será por otras razones".
El consejero Josu Jon Imaz comparece mañana en el Parlamento en su calidad de portavoz de la comisión de seguimiento del vertido del Prestige para repasar las últimas medidas políticas, económicas y jurídicas adoptadas por esta comisión en torno a la incidencia de la catástrofe ecológica en Euskadi.
El Ejecutivo, entre otras acciones, ha iniciado un estudio, que incluye catas en la arena de las playas, para tratar de determinar a qué profundidad y en qué grado puede haber pequeños restos de fuel, quizá del tamaño de una moneda o incluso de una lenteja, debajo de la superficie arenosa.
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