El Parlamento navarro da un año al Ejecutivo para retirar los símbolos franquistas de los edificios públicos
El Gobierno navarro tiene un año de plazo para retirar la simbología franquista que aún perdura en muchos edificios públicos de la región. El Parlamento foral se lo exigió ayer al aprobar la ley de Símbolos. El intento de UPN y de su presidente, Miguel Sanz, de utilizar esta norma para erradicar las ikurriñas de los ayuntamientos navarros se ha convertido así en un bumerán político que obligará ahora a los regionalistas a eliminar la simbología de la dictadura que muchos alcaldes de UPN han mantenido en sus localidades.
La exhibición de ikurriñas en los consistorios será considerada una simple infracción administrativa punible mediante proceso judicial en virtud de una enmienda de CDN aceptada por los socialistas. No habrá, para enfado del Ejecutivo regionalista, ninguna posibilidad de retirar o suspender ayudas presupuestarias a los municipios nacionalistas. La Cámara anuló las disposiciones que penaban la colocación de la enseña vasca con fuertes sanciones económicas debido a la inconstitucionalidad de tal planteamiento, puesto de relieve en informes del propio Parlamento foral.
Los socialistas nunca quisieron entrar en el debate de los símbolos, pero la insistencia de Sanz les llevó a plantear una alternativa que, a la postre, ha sido la aprobada. La ley deja fuera de su texto a las ikurriñas, consideradas banderas ajenas a Navarra, pero no sanciona ni prohíbe expresamente su exhibición.
La oposición criticó con dureza el empeño de UPN, tildado de "disparate" por varios portavoces. El PSN apuntó que este debate, abierto por Sanz en el verano de 2002 y zanjado ayer definitivamente, sólo ha servido para intentar crispar a la población y desviar la atención de los problemas socioeconómicos de Navarra.
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