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Entrevista:JOSEPH NYE | Politólogo estadounidense | GUERRA EN IRAK | La entrevista

"EE UU no puede defenderse solo"

Joseph Nye es una de las voces más críticas en EE UU con el unilateralismo de la Administración de George W. Bush. Este veterano de los Gobiernos demócratas de Jimmy Carter y Bill Clinton, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard, estuvo ayer en Madrid para presentar su último libro, La paradoja del poder norteamericano (Taurus), en el que sostiene -contrariamente al pensamiento dominante en Washington- que sólo con la ayuda de sus aliados europeos podrá EE UU luchar con éxito contra el terrorismo y hacer frente a futuras crisis internacionales.

Pregunta. ¿Cómo ve la marcha de la guerra hasta ahora?

Respuesta. No hay duda de que Estados Unidos y sus aliados ganarán la guerra. Creo que una cuestión más importante es qué sucederá después de la guerra y si será posible restaurar la legitimidad de la posición estadounidense, perdida por el modo en que hemos ido a la guerra. Y ello dependerá de varios factores: primero, de si la guerra es relativamente corta y no hay un gran número de bajas civiles, y segundo, de si EE UU pide ayuda a la ONU y a sus aliados para reconstruir Irak y convierte el país en una cuestión de interés común internacional, no sólo particular.

"Crear un Irak democrático que sirva de ejemplo va a ser muy difícil"
"El mayor peligro que veo hoy en Washington es el triunfalismo"
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P. ¿Cuál es el interés de EE UU a largo plazo? ¿Qué va a hacer después de la guerra?

R. La Administración ha dicho que su principal objetivo es expulsar del poder a Sadam Husein, que ha violado gravemente los derechos humanos del pueblo iraquí, e impedirle desarrollar armas de destrucción masiva, algo que claramente está intentando. El objetivo a largo plazo es crear un Irak democrático y estable que sirva al resto de Oriente Próximo de ejemplo de cómo un país árabe es capaz de modernizarse y democratizarse. El primero de esos objetivos puede lograrse con relativa facilidad. El segundo va a ser mucho más difícil.

P. Usted opina que desde el imperio romano no ha habido otro país que haya dominado tanto a los demás como EE UU. ¿Cómo debería Washington ejercer ese papel dominante?

R. Hace 12 años escribí un libro (Bound to lead, destinado a liderar) en el que advertía de que EE UU no estaba en declive, sino que iba a convertirse en el país dominante. Mi nuevo libro advierte sobre el error opuesto, que es el triunfalismo. El mayor peligro que veo hoy en Washington es que hay demasiada gente que piensa que por ser tan poderosos militarmente podemos hacer lo queramos. Si no somos capaces de darnos cuenta de que ser tan poderosos no significa que podamos resolver los problemas solos, creo que EE UU va a tener grandes dificultades a largo plazo.

P. El poderío militar está en el centro del debate...

R. En mi libro uso la metáfora de un tablero de ajedrez con tres niveles. En el nivel militar, nadie va a desafiar a EE UU, pero en el nivel económico, Europa hace ya de balanza al poder estadounidense. En el nivel más bajo, el de las relaciones transnacionales en un mundo sin fronteras, nadie ejerce el control. El único modo de resolver problemas transnacionales, incluyendo el terrorismo, es mediante la cooperación entre países. Por eso digo que la gran paradoja del poder norteamericano es que el país más fuerte desde Roma no puede proteger a sus propios ciudadanos actuando solo.

P. ¿Está de acuerdo con [el ideólogo conservador] Robert Kagan en que Europa y EE UU han dejado de compartir la misma visión del mundo?

R. Creo que eso es exagerado. Europa y EE UU comparten más valores y más intereses comunes que otras dos partes del mundo cualquiera. Hay algo de verdad en el hecho de que los europeos parecen más preocupados por mantener la isla de paz que con tanto éxito han creado, y que quizás no estén prestando la suficiente atención a que fuera de Europa, en lugares como Oriente Próximo y Asia, el mundo es todavía un mundo tradicional, en el que el uso de la fuerza sigue siendo, en ocasiones, esencial. Por otro lado, creo que algunos estadounidenses, particularmente en el Departamento de Defensa, no prestan la suficiente atención al llamado poder blando, la capacidad de atraer a los demás en lugar de repelerlos. Hay diferencias, como dice Kagan, pero estas diferencias hay que verlas con perspectiva, en el contexto de una gran civilización común.

P. ¿Cómo puede Europa equilibrar las tendencias unilateralistas de EE UU?

R. Parece haber dos visiones de cómo Europa puede moderar la posición estadounidense. El punto de vista francés parece ser oponer resistencia para equilibrar el poderío estadounidense. Pero no creo que tenga mucho éxito, porque en Europa no parece haber mucha voluntad de invertir los recursos -el 3% del PIB, por ejemplo- suficientes para equilibrar el poderío militar de EE UU. La otra visión europea es la de Tony Blair y José María Aznar, que es cooperar con los estadounidenses para hacerles ver la importancia de trabajar con el resto del mundo, especialmente con los aliados. Obviamente, creo que la segunda de estas dos posiciones tiene más posibilidades de ser efectiva.

Joseph Nye, ayer en Madrid.
Joseph Nye, ayer en Madrid.BERNARDO PÉREZ

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