La ONU quiere comenzar el envío de ayuda de inmediato

Las prioridades humanitarias parecían haber triunfado ayer sobre las diferencias políticas. El Consejo de Seguridad de la ONU espera aprobar antes de finales de esta semana una resolución que destinará nuevos fondos a las necesidades más urgentes de la población iraquí. El debate no abordó las cuestiones esenciales, sobre las que nadie se atreve a pronunciarse todavía: el papel de la ONU en la reconstrucción de Irak y la futura gestión del crudo iraquí.

"Vemos la luz al final del túnel y esperamos que el túnel sea corto", dijo el embajador francés ante la ONU, Jean Marc de la Sablière. El Consejo de Seguridad, tras una semana de discusiones, esperaba aprobar en los próximos días una resolución que permitirá al secretario general, Kofi Annan, disponer de los fondos del plan Petróleo por Alimentos (unos 10.000 millones de dólares) para solventar la crisis humanitaria en Irak. El mandato de Annan duraría 45 días, tras lo cual se replantearía el futuro del programa, un mecanismo que, hasta su suspensión hace diez días, abastecía al 60% de la población iraquí. La ONU calcula que hay suministros para seis semanas.

El representante alemán, Günter Pleuger, fue el que mejor resumió la situación: "Debemos decidir cómo reorganizamos el programa para satisfacer las necesidades humanitarias más urgentes, qué tipo de autorización damos al secretario general y cómo organizamos todo esto en el contexto de la legalidad internacional".

Las discusiones humanitarias desvelaron las tremendas implicaciones políticas que supone abordar, en pleno conflicto, la posguerra en Irak. Francia, Rusia y Alemania "tienen tres preocupaciones fundamentales: evitar legitimar la intervención a posteriori, dar por sentada una victoria estadounidense cuando todavía hay un Gobierno iraquí y dejar claro que los vencedores deberán responsabilizarse de la situación humanitaria, al menos al principio", indicó una fuente diplomática.

"Según la Convención de Ginebra, EE UU y sus aliados en la coalición deberán asumir la asistencia humanitaria en las áreas que controlen", indicó el portavoz de Annan. El secretario general se reunió ayer con los responsables de las principales agencias humanitarias de la ONU para evaluar la situación sobre el terreno.

El debate ha puesto de manifiesto las profundas divergencias que dividen nuevamente al Consejo sobre el papel de la ONU en el futuro de Irak. Esta vez las diferencias afectan incluso a los aliados. Londres espera que la ONU asuma el peso de la reconstrucción económica y política del país, opinión que no comparte el sector más duro del Gobierno de Bush. Ayer volvieron a escucharse voces de protesta contra la guerra en el Consejo de Seguridad, que, por primera vez desde el inicio del conflicto, celebró una sesión abierta.