El ex capitán marítimo de A Coruña admite que Fomento marcó el rumbo del 'Prestige'

Ángel del Real, capitán marítimo de A Coruña cuando naufragó el Prestige y hombre utilizado por el Gobierno para coordinar e impartir sus órdenes, defendió ayer ante el juez del caso la bondad de la decisión de Fomento de alejar el buque. Pero añadió un matiz novedoso al afirmar que Smit, el rescatador privado, se comprometió a alejar el barco de la costa "para realizar un trasvase de su carga en aguas más tranquilas". La misma medida que el Gobierno, tras consultar con dos técnicos que luego desaprobaron el uso de sus opiniones, prohibió realizar en una zona de abrigo costera española.

Del Real recalcó que sólo fue un mero transmisor de órdenes. Fomento aseguró inicialmente que no marcó rumbo de alejamiento al barco. Sin embargo, Del Real declaró ayer ante el juez de Corcubión (A Coruña) que tanto la orden de alejamiento del barco como la del rumbo marcado (330) al petrolero accidentado el 13 de noviembre se las dio personalmente el director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors. "Las decisiones del gabinete de crisis las tomó el director general de Marina Mercante, José Luis López-Sors, en el órgano competente. El resto asesoraban en la toma de decisiones", aseguró Del Real, según letrados asistentes a la declaración.

Defendió Del Real el rumbo 330 (noroeste) alegando que era el mejor para el barco con vistas a evitar los golpes de mar. Aunque aseguró que la decisión de alejar el buque se tomó formalmente en la tarde del 14 de noviembre, no ocultó cuál era el sentir de sus compañeros del gabinete de crisis: "Desde el primer día consideramos que era más peligroso acercar el buque a la costa o meterlo en puerto que alejarlo". Del Real confirmó que Smit Tak, la empresa contratada por el armador del Prestige para salvar el barco, pidió el día 15 meter el petrolero en la ría de Vigo para trasvasar la carga, pero el director general de la Marina Mercante lo denegó.

Derrame de la carga

Del Real admitió que nunca consideraron la posibilidad de trasvasar en una zona de abrigo española: "No se valoró la posibilidad de trasvase cerca de la costa por el peligro de que el barco, al partirse, derramara toda la carga y llegara inmediatamente a Galicia". Quiso rebajar el alcance del fax que envió Sasemar en la tarde del 13 de noviembre, donde ordena dar enganche al petrolero para alejarlo de la costa. Explicó que no se pretendía alejar el barco sino evitar que embarrancara.

Del Real detalló las causas de los sucesivos cambios de rumbos del Prestige, tras fijarle López-Sors un "rumbo fijo" de 330 para alejarlo, y que darían lugar a lo que el ex capitán marítimo de A Coruña definió como "rumbo errático" del petrolero naufragado. "La orden posterior de cambio de rumbo la da Smit al Ría de Vigo y éste lo comunica a la torre de Control de Finisterre que, en principio lo aceptó, porque se dirigía a aguas tranquilas y Smit dice que permite proteger el costado". Este funcionario volvió a reiterar que el calado del petrolero era de 21 metros, y que fueron esos datos los que suministró al práctico de A Coruña para preguntarle si era viable meterlo en su puerto. Teorizó y relacionó escora y cabezadas del buque para justificar tal dato, que diversos técnicos en su día juzgaron inflado, ya que el puntal (distancia de la base del casco a su superficie) del petrolero sólo mide 18,5 metros. De hecho, el informe interno confidencial de Fomento sobre las causa del accidente marca como calado máximo del petrolero 16,21 metros tras inundarse los tanques de lastre. Detalló que la posibilidad de llevar el petrolero a la rada de Finisterre fue desechada por no juzgarla una buena idea por los técnicos consultados, todos ellos pertenecientes a la Administración.