Montesinos, condenado a cinco años por tráfico de influencias en Perú

El ex asesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos fue condenado ayer a cinco años y cuatro meses de prisión como autor de un delito de tráfico de influencias. La Sala Penal Anticorrupción castigó con la máxima pena por ese delito a Montesinos, y le fijó una reparación civil de 142.000 dólares, tal y como solicitó el fiscal. "Me reservo el derecho" , fueron las únicas palabras pronunciadas por Montesinos durante todo el proceso.

El consejero de Inteligencia durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) evitó así enfrentarse a su ex amante, Jacqueline Beltrán, a quien acusó de haberlo presionado para que ayudara a un familiar suyo a salir bien librado de un juicio con un banco privado.La sala condenó a cuatro años de prisión efectiva a Beltrán como instigadora del delito, mientras que su familiar favorecido (su tío Vera) recibió una sentencia de tres años de cárcel suspendida. Vera tenía una disputa judicial con el importante banco por una deuda contraída de más de dos millones de dólares y pidió a Montesinos que le concediera una cita con los banqueros o una sentencia favorable. Sin embargo, a pesar de un fallo favorable inicial, Vera perdió el juicio y quedó en la bancarrota, tal como reveló durante las audiencias públicas.

Jacqueline Beltrán repitió durante todo el juicio que nunca presionó a su ex compañero y que la ayuda que éste proporcionó a su familiar la hizo por propia iniciativa, sin comunicárselo a ella. La ex secretaria de Montesinos insistió en que ella sólo era una mujer enamorada, ajena a los manejos de su entonces amante, dedicada a los quehaceres de su hogar en una enorme casa construida en un balneario de Lima. Sin embargo, algunos testimonios revelaron el carácter irascible y manipulador de Beltrán en una relación tormentosa que Montesinos comentaba con sus más cercanos colaboradores.

Durante las audiencias públicas también se conocieron los pedidos que Beltrán hizo a Montesinos para que consiguiera un indulto para su hermanastro, condenado por narcotráfico en 1997. El juicio público se basó en los testimonios que brindó Montesinos en las investigaciones previas a las audiencias orales. El proceso generó críticas a las autoridades judiciales, porque cada audiencia significaba el costoso traslado en helicóptero de Montesinos desde la prisión de máxima seguridad de la base naval del Canal de San Juan de Lurigancho.

Ésta es la segunda sentencia contra Montesinos, con más de 75 acusaciones en curso. Según la legislación, el sentenciado cumplirá la pena más alta, que podría ser una condena de 25 años de prisión por presunto homicidio, por la matanza de 25 personas a manos del paramilitar grupo Colina.