Trillo admite que los B-52 sobrevolaron España, pero rehúye aclarar si repostaron

Tras haberlo estado negando durante todo el día, el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, reconoció anoche en el Congreso que el reabastecimiento en vuelo de los B-52 que sobrevolaron el viernes España "se pudo haber efectuado o no". Es decir, que oficialmente el Gobierno no sabe si los superbombarderos de EE UU realizaron esta maniobra potencialmente peligrosa y que, en todo caso, si la hicieron fue sin pedir permiso a las autoridades españolas. El ministro informó de que 27 "bombarderos estratégicos" (previsiblemente B-52) y 22 aviones de ataque a suelo han pasado sobre territorio español.

El Ministerio de Defensa negó oficialmente el sábado que los B-52 se hubieran reabastecido sobre España y volvió a hacerlo el domingo. Ayer por la mañana, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana de Palacio, declaró a TVE que la noticia publicada por EL PAÍS "forma parte de los muchos bulos que se están corriendo", remitiéndose al desmentido de su colega de Defensa. El jefe del Ejército de Tierra, Luis Alejandre, dijo que la a información tenía "más de falsa que de verdadera".

Sin embargo, a última hora de la tarde, ante las comisiones de Exteriores y Defensa del Congreso reunidas en sesión conjunta, Trillo-Figueroa admitió que el repostaje pudo producirse, ya que los ocho bombarderos B-52, que viajaban acompañados por cinco aviones cisterna KC-135, tenían reservados cuatro niveles de vuelo, prácticamente un kilómetro de altura en espacio aéreo.

Los portavoces de CiU e IU, Ignasi Guardans y Felipe Alcaraz, pusieron a Trillo-Figueroa en una situación comprometida. Le advirtieron de la gravedad que tendría mentir al Congreso y de que están dispuestos a pedir la grabación de las conversaciones entre los controladores y los pilotos para comprobar la veracidad de su versión.

Tras reconocer que el repostaje pudo haberse producido, el ministro trató de restar gravedad al hecho, asegurando que la operación "no representa ningún peligro". Para avalarlo, agregó que en algún desfile, como el que se celebra en Madrid cada 12 de octubre, se hacen repostajes sobre el centro de la ciudad. En realidad, según fuentes militares, lo que se hace en los desfiles es una simulación, en la que no se trasvasa combustible alguno, y en la que los aviones no van cargados con 30 toneladas de misiles y bombas cada uno, como los B-52 que cruzaron de Bilbao a Barcelona el viernes.

Pese a insistir en que la operación no conlleva ningún riesgo, agregó que es "absolutamente falso que [los bombarderos] pasaran sobre ciudades españolas".

Según ha podido saber EL PAÍS, los 13 aviones, que llevaban un plan de vuelo civil, tomaron una aerovía denominada UM601, que cruza del Atlántico al Mediterráneo. La aerovía empieza en Patel, un punto a 49 millas al norte de Santander que separa el control aéreo francés del español, y sigue una serie de radioayudas a la navegación, llamadas VOR en lenguaje aeronáutico.

El VOR BLV se encuentra en el aeropuerto de Sondica, a menos de un kilómetro del casco urbano de Bilbao. El VOR PPN, a unos siete kilómetros de Pamplona. Finalmente, el VOR QUV está en el aeropuerto de El Prat de Llobregat, en plena área metropolitana de Barcelona. La aerovía UM601 tiene una anchura de 10 millas (unos 18,5 kilómetros), por lo que buena parte de ella discurre sobre zonas urbanas de las tres capitales citadas.

Además, pasa sobre Durango (Vizcaya), Zumárraga (Guipúzcoa), Alsasua y Sangüesa (Navarra), Barbastro (Zaragoza) y Balaguer y Cervera (Lleida), entre otras.

El Diario de Navarra publicó ayer el testimonio de un vecino de Pamplona que vio el viernes con unos prismáticos a los B-52 repostando desde el cerro de San Cristóbal, próximo a la ciudad. Aunque Trillo-Figueroa afirmó que el repostaje en vuelo no conlleva ningún riesgo, los aviones militares españoles tienen prohibido realizarlo, salvo en zonas previamente determinadas, lejos de cualquier concentración urbana o sobre el mar. El ministro explicó ayer que los B-52 sobrevolaron España porque Francia se negó a que pasaran sobre su territorio, lo que puede explicar la improvisación de la operación de repostaje.