Un ataque de papel contra Bush y Blair
El joven británico James Parsons editó un irreverente 'fanzine' que, convertido en libro, se ha editado ahora en España
Prácticamente no hay ni una sola palabra escrita correctamente. Ha sido la intención buscada por el dibujante y guionista británico James Parsons, de 26 años, autor del libro ilustrado Tony y yo por Georg Bush, para poner de manifiesto el nivel intelectual del presidente de Estados Unidos, al que se describe salvajemente como un racista, un coleccionista obsesivo de armas y gran amigo de Tony Blair, con quien, según el libro, comparte gustos, aficiones y afectos. "A veces me gustaria ser vomba a no ser porke expotaria i moriria" (sic), dice Bush en una de las viñetas. Tony y yo tiene una estética perturbadora, feísta y de trazo infantil, propia de algunos fanzines. Y como revista de aficionados nació está publicación, que ya ha sido editada como libro en Reino Unido, Holanda, y ahora en España de la mano de RqueR Editorial. "Una editora entusiasta de Estados Unidos se interesó por la obra, pero al mostrarlo al resto de la empresa comprobó el horror de sus compañeros. Fue investigada por el FBI y desapareció. Su familia desconoce su paradero", explica Parsons con tono irónico sobre la poca comprensión que provocaría su libro en Estados Unidos.
El autor asegura haber optado por un punto de vista cínico al plasmar sus críticas
Parsons creó esta obra tras el atentado a las Torres Gemelas a medida que crecía el clima bélico. Él mismo reprodujo las páginas con fotocopiadora y coloreó las ilustraciones a mano. También se encargó de la distribución en diez puntos de venta que en poco tiempo agotaron los 2.000 ejemplares de tirada. Un editor vio las posibilidades comerciales del fanzine y le propuso ampliarlo y convertirlo en un libro.
A pesar de lo irreverente de los dibujos -Sadam aparece desayunándose unos bebés, las hijas de Bush se han transformado en auténticas fans de Bin Laden, que es presentado como un voraz comedor de insectos-, el libro es un alegato en contra de la guerra, intención que, para evitar malos entendidos, viene refrendada por la pegatina "No a la guerra" adherida a la portada de la edición.
"He optado por una mirada cínica vista desde un determinado punto de vista que he creído que podría resultar atractivo para el gran público al que me dirijo", dice el autor. Parsons cree que una de las cosas que desde la individualidad se pueden hacer para intentar detener la guerra es retar a las autoridades, que es lo que ha pretendido con esta obra. "Si mi libro es leído por el público y eso contribuye a formar una bola de nieve que cuestione la credibilidad y los motivos del Gobierno americano, entonces será efectiva la intención de la obra". Parsons ha abordado de forma cínica otros acontecimientos de actualidad, como lo fue en su momento la muerte de la princesa de Gales. Su visión del tema la planteó en el libro 101 maneras de cómo podría haber muerto Diana.
Babelia
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