El nómada Bruce Chatwin recoge en fotos sus viajes por los cinco continentes
El Círculo de Bellas Artes expone medio centenar de imágenes en color de sus archivos
El escritor y viajero británico Bruce Chatwin (Sheffield, 1940-Niza, 1989) dejó unas 400 fotografías tomadas durante sus paseos por los cinco continentes. El material se conserva en Londres, en la Trevillion Picture Library, de donde procede el medio centenar de copias en color que se exponen desde ayer en la sala Juana Mordó del Círculo de Bellas Artes, de Madrid (Alcalá, 42, www.circulobellasartes.com, hasta el 12 de abril). Por el objetivo del fotógrafo pasan rostros, paisajes, pañuelos de plegarias, casas abandonadas, amapolas y fragmentos de arquitectura popular.
"El nomadismo fue el más importante de los grandes temas de Chatwin". Xosé Luis G. Canido, comisario de la exposición Bruce Chatwin. Fotografías y coordinador de artes plásticas del Círculo de Bellas Artes, cree que el nomadismo se refleja en las imágenes que el escritor dejó tras su muerte, el aspecto menos conocido del escritor y viajero que ahora visita varias ciudades europeas. "Fue un interés obsesivo que también era un credo, una manera de entender, y de realzar, sus estudios arqueológicos, sus investigaciones geográficas, su historia y sus neurosis".
La biografía de Chatwin también aparece en estas fotografías, según el comisario, en el tratamiento de la luz y los colores. La leyenda Chatwin comienza en 1958 cuando entra como periodista en la casa de subastas Sotheby's, de Londres, donde realiza tres años más tarde el catálogo de la sección de impresionismo y antigüedades. Al mismo tiempo comienza sus viajes por El Cairo, Afganistán, Estambul, Beirut, Sudán y Rusia. Tras su marcha de Sotheby's en 1966, se matricula en Arqueología en la Universidad de Edimburgo.
Estos viajes, y otros por Dakar, Mauritania, Mali, Marruecos, India y Patagonia -que recoge en La Patagonia, su primer libro de viajes, que aparece en 1977- aparecen en las fotografías que forman la exposición. "Forman un cuaderno de viajes, un diario íntimo, donde figuran los personajes y los espacios que visita y camina", declara el comisario. "Los apuntes forman parte de los futuros libros de viajes pero las fotografías son como un archivo visual que después utilizará también para la escritura".
Las fotografías, en color y en copias ampliadas del original, registran las preferencias del viajero, como los paisajes de desierto y los contrastes de fuertes colores, en las pinturas de detalles de arquitectura popular en las viviendas o en las barcas. Hay una serie de pañuelos de plegarias en Nepal, junto a una mina abandonada de Estados Unidos o unas poéticas amapolas en Inglaterra. Ancianos y niños también se cruzan ante su cámara, que se detiene en las pinturas sobre un camión. No figura ninguna hecha en España, aunque el autor estuvo en Mallorca, Ibiza y la Costa del Sol.
El material procede de la fundación Trevillion Picture Library, de Londres, que conserva los archivos del escritor y de algunas colecciones privadas. Aunque las fotografías identifican los lugares, y la mayoría se presentan con títulos, no tienen la fecha de realización.
En la exposición han colaborado El Aleph, Península y Muchnik, una parte de las editoriales que han publicado en España los libros de Chatwin. Algunas de las ediciones ocupan una vitrina junto a las fotografías, para recordar unos itinerarios y experiencias que dieron lugar a títulos como En la Patagonia, Colina negra, Anatomía de la inquietud, Fotografías y cuadernos de viaje, ¿Qué hago yo aquí?, Utz, El virrey de Ouidah, Retorno a la Patagonia (con Paul Theroux) y Los trazos de la canción.
Babelia
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