La ONU examina la declaración sobre la destrucción de gas nervioso VX
La agencia de desarme de la ONU en Irak (Unmovic) siguió examinando ayer la declaración de 25 páginas que Bagdad envió el viernes sobre la destrucción de sus arsenales de gas nervioso VX. El documento, mitad en inglés, mitad en árabe, incidirá en el plan de trabajo que el jefe de los inspectores, Hans Blix, debe presentar en los próximos días, y donde precisará, si para entonces sigue habiendo negociaciones en Nueva York, las tareas prioritarias de desarme en Irak.
"Estamos haciendo lo posible por convencer a Unmovic de que todo ha sido destruido", dijo el embajador iraquí ante la ONU, Mohammed Aldouri. En las últimas semanas, y a medida que se degradaba el clima en el Consejo de Seguridad, Irak ha ido goteando declaraciones sobre su arsenal de armas de destrucción masiva para justificar que colaboraba con los inspectores. En su informe más reciente, Unmovic estimó que el programa iraquí para transformar el VX en un arma debía ser bastante complejo, ya que había probado al menos cuatro maneras de producirlo. También aseguró que muchos de los productos necesarios para su fabricación no habían sido destruidos, en contra de lo que afirmaba Bagdad. Asimismo calculó que, ante la amenaza de un conflicto, Irak podría producir el gas nervioso "entre una y ocho semanas".
Creado a mediados de los años cincuenta, el VX es un líquido incoloro que se convierte en gas e impide en el cuerpo humano la transmisión de señales nerviosas, causando la pérdida del control muscular, parálisis respiratoria y finalmente la muerte. Antes de la guerra del Golfo, Irak habría producido 2,4 toneladas de VX. El pasado mes Bagdad propuso a los inspectores analizar con ADN los terrenos donde presuntamente virtió el gas hace 12 años, pero Unmovic desestimó la oferta por no ofrecer resultados concluyentes.
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