Alternativa

En la Asociación Valenciana de Empresarios se ha producido el relevo. Francisco Pons ha sido designado para reemplazar a Federico Félix en la presidencia de esta organización. AVE ha conocido varios líderes desde su creación formal en 1982: José María Simó Nogués, Silvino Navarro, Leonardo Ramón y Federico Félix. Es importante para la Comunidad Valenciana que los empresarios asuman su responsabilidad a la hora de llevar adelante iniciativas, que afirmen esta realidad autonómica y la posicionen en su contexto español e internacional.

La Asociación Valenciana de Empresarios surgió como una alternativa, más o menos abierta, frente a la corriente que controlaba la Confederación Empresarial Valenciana, dirigida por su primer presidente Vicente Iborra Martínez. En aquella etapa era evidente la afinidad de cúpula directiva de CEV con Alianza Popular. Con el tiempo, AVE se fue resituando hacia una posición oficial. Fue colocando a sus hombres en los puestos clave de las entidades económico-empresariales (José María Simó Nogués, Salvador Fernández Calabuig, Ramón Cerdá, Pedro Agramunt, entre muchos otros). Era difícil mantener una posición crítica desde el puesto de mando y sobre todo cuando los nuevos cargos del PSPV estuvieran dispuestos a coincidir con determinados dirigentes empresariales. De ese proceso, en el que AVE tuvo mucho que ver, provino el cisma, con la salida de Unión Gremial de la CEV y la posterior creación de otra confederación con voluntad autonómica: L'Empresarial y Covaco (Confederación Valenciana del Comercio). A partir de 1988 la sincronización entre AVE y la CEV fue evidente, hasta la desaparición de Luis Espinosa del escenario empresarial.

Pons en su nueva etapa al frente de AVE tiene dos tareas pendientes. Una, el diseño de un proyecto empresarial para la Comunidad Valenciana, en el que se tracen las líneas maestras de lo que quieren los empresarios para esta zona peculiar de España por sus condiciones económicas y de situación geopolítica. Hasta ahora por razones de subsidiariedad y clientelismo se han malogrado regularmente los intentos.

La segunda meta es la afirmación de la independencia entre poder económico y político. De tal forma que sea posible la relación y la colaboración con la Administración, de cualquier signo, sin que tenga que implicar sumisión a los diferentes centros de poder.

Paco Pons, que proviene del sector cooperativo, -fue el impulsor de Consum-, tiene una visión nítida de lo que necesita la Comunidad Valenciana para avanzar y desarrollarse en el contexto de un proyecto netamente valenciano. La alternativa que ha permitido a Pons y a Félix intercambiarse los trastos, se vislumbra como el inicio de un proceso de cambio cauto, en el que resulta difícil predecir su proyección de futuro. Aunque se puede advertir que nada será igual a lo que fue, incluyendo a la propia AVE, que está dispuesta a emerger como lo que es: una organización en la que sus socios establecen los criterios y los objetivos, al tiempo que están dispuestos a asumir sus compromisos y la financiación de una estructura con recursos propios. Independencia y libertad, son los principios básicos de cualquier iniciativa empresarial, y constituyen las piedras angulares de un proyecto que se pretende relanzar para que pueda cumplir su misión.