Los procesos de Alejandro Zaera

El arquitecto madrileño Alejandro Zaera no tiene ningún proyecto en Madrid, aunque se presentó al concurso del Centro Acuático. Formó parte del United Arquitecs, uno de los siete equipos internacionales que quedaron finalistas para la reconstrucción de la Zona Cero de Nueva York. Zaera explicó con detalle la evolución de este proyecto, como un proceso que a partir de una idea conceptual lleva a una producción arquitectónica.

La propuesta respeta una zona vacía del memorial y desde los bordes de una planta de 1.300 metros cuadrados se elevan seis torres que se van tocando hasta una altura de 500 metros. El primer estudio tipológico no tenía en cuenta los aspectos políticos y simbólicos, que se incorporan después. Los diagramas explican los contactos de las torres cada 30 plantas hasta conseguir la estabilidad y formar un único edificio, junto con los núcleos verticales de comunicación, los sistemas de acceso y el tratamiento de las superficies, que recuerdan a las desaparecidas Torres Gemelas.

"El vacío del memorial y las plantas de las seis torres están sobre un círculo mágico, de carácter simbólico. Es una solución de un proyecto común, al apoyarse los edificios unos en otros, como los castillos humanos". Zaera piensa que el proyecto ganador, el de Daniel Libeskind, es inteligente y muy de acuerdo con todos los agentes que intervienen, al ser un proyecto que se puede desarrollar en diferentes fases y por distintos arquitectos. "No me gusta el lenguaje de Libeskind, no me interesa. Es un arquitecto de lenguaje que coloca en todas las partes, como si fuera el mismo edificio. No me interesa la arquitectura de firma". En su opinión, Nouvel intenta sacar partido a cada proyecto, mientras Calatrava es más repetitivo en su lenguaje personal. "Se nos contrata para vender carisma, pero también para solucionar problemas. Hay que entender que el edificio es parte de un tejido".

Zaera prefiere "extraer las posibilidades de una situación concreta", y así comentó los procesos sobre el parque litoral que proyecta en Barcelona en la zona del Fórum 2004, las oficinas, con Isozaki, en la zona de la feria de la misma ciudad y un cuartel en Villajoyosa. Con estudio en Londres, el autor de la terminal de Yokohama observa la arquitectura española "con menos proyección internacional de lo que justifica su calidad".