Entre la paz y la desprotección
Durante el día de ayer no cesaron las reacciones al anteproyecto de ley. Poco después de las declaraciones de la Sgae, la Federación Española de Hostelería (a la que le afecta la normativa actual en el pago de los derechos de autor por poner películas y música en sus locales) salió criticando duramente a la Sgae. "Su postura es inmovilista y lo que quiere es seguir imponiendo sus privilegios", dijo José Luis Guerra, favorable a modificar la ley. Por el contrario, la entidad Artistas, Intérpretes o Ejecutantes (IAE) se opuso "frontalmente" a un anteproyecto de ley que, según reconocen todos los implicados, es técnicamente complejo.
Desde el ministerio admiten que la normativa está "sujeta a cambios". "Se está haciendo un esfuerzo enorme para conseguir un texto aceptado por todos". Sea como sea, el mismo ministerio reconocía en su presentación del primer borrador que su objetivo era doble: por una parte, armonizar la ley a la nueva directiva europea y, por otra, "clarificar una gestión cada vez más compleja, que ha llevado a una creciente judicialización de esta materia". Es decir, que uno de los objetivos era modificar la ley en relación a las entidades de gestión.
"La visión de que las entidades son maquinarias destinadas a recaudar dinero es totalmente falsa", señala Perico Pastor, presidente de VEGAP. "Los creadores en general están muy implicados en su funcionamiento y su labor es fundamental en la defensa de la creación, la concienciación de la importancia de estos derechos. Además, cumplen una función asistencial importante".
Asistencia al autor
Con la nueva ley, no sólo los autores verían disminuir sus ingresos (la Sgae cifra la bajada en un 25%), también las entidades privadas que gestionan los derechos de autor verían mermada su financiación, argumenta la Sgae. Con ello se verá limitada la asistencia que estas entidades proporcionan a los artistas, ya que no tienen Seguridad Social. Recientemente, este tipo de ayuda se ha producido en el caso Bardem, como recuerda Manuel Gutiérrez Aragón, presidente del patronato de la Fundación Autor y de los Directores Europeos . "Y esta desprotección puede llegar ahora, precisamente cuando el dinero público se está retrayendo de la cultura". La Sgae dejaría también de organizar los Premios de la Música o las actividades de promoción, por ejemplo. "Este Gobierno liberal dice que gracias al control de las sociedades de gestión los productos culturales se abaratarán. Es una falacia increíble".
Efectivamente, el Gobierno quiere introducir un control en las entidades, mediante la Comisión de Propiedad Intelectual. "El ministerio quiere poner un poco de paz en un sector con una dosis de conflicto excesiva, que enfrenta a las entidades con los usuarios y a las entidades entre ellas por la recaudación y el reparto de los derechos de autor", dice el subsecretario de Cultura Mariano Zabía.
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