Barcelona apuesta por los edificios de autor
La competencia empieza a ser muy dura, pero Barcelona sigue luchando por mantener la fama internacional en el terreno de la arquitectura y el urbanismo. El siglo XX lo acabó con el premio que le concedió el Real Instituto de Arquitectura Británica (RIBA) por la transformación realizada desde el inicio de la democracia y el XXI lo comenzó con el que le concedió en 2002 la Bienal de Venecia por "su liderazgo en el panorama arquitectónico con el impulso de nuevos proyectos".