¿Mejor para todos?
Los efectos de la propaganda no son ilimitados. No puede neutralizar los errores cuando éstos son muchos, mayúsculos y han afectado sin razón aparente a miles de personas. Eso es lo que pasó en nuestra comunidad con el decretazo, pero los responsables del PP parecen que no han comprendido aún los mensajes de reprobación que de manera multitudinaria han recibido desde la sociedad una vez y otra.
A pesar de todo, el Gobierno del PP ha lanzado durante las últimas semanas una furibunda campaña publicitaria sobre la Renta Agraria en medios de comunicación y soportes de exterior sin escatimar gastos. Su intención, modificar la realidad. Una propaganda pagada con el dinero de todos que pretende convertir en un triunfo aquello que los ciudadanos han percibido como una rectificación en toda regla del gabinete de Aznar. Y es que han tenido que dar marcha atrás en todos los puntos de la reforma laboral que pretendía imponer el presidente del Gobierno mediante una tijera insolidaria sin precedentes.
Podríamos entrar a preguntar cuánto dinero de todos los contribuyentes se ha gastado el Ejecutivo en este lavado de imagen. Es evidente que, a poco que se analice, se observa la verdadera intencionalidad del PP en esta operación compulsiva de propaganda: poner todos los medios públicos posibles para instrumentalizar campañas publicitarias y maquillar de este modo una gestión nefasta.
En el caso concreto de la Renta Agraria, estamos ante una clara maniobra propagandística. El Gobierno central se afana en desconsiderar a la opinión pública con lavados de cara como éste. Un breve análisis del spot con el que el Gobierno central martillea desde hace semanas a los ciudadanos destapa muchas incertidumbres y falacias en torno al nuevo sistema de protección social que se ha inventado Zaplana y que no hubiera sido posible sin la unánime contestación social que recibió en toda España el decretazo.
1. Todos los trabajadores del campo que necesiten protección, la tendrán. Así comienza la locución, pero, en realidad, ¿todos los trabajadores van a tener esa protección? ¿Y aquellos que no sumen las 35 peonadas? Recordemos que ahora no podrán sumarse los días de trabajo del PER. ¿Qué va a pasar si la media de jornales sin el PER se sitúa en Andalucía en 32,5 peonadas? ¿Qué van a percibir todos los trabajadores de otras nacionalidades que no lleven diez años empadronados en Andalucía?
2. Asegurará más oportunidades de empleo, más recursos para formación y más protección para quien más trabaje. Más oportunidades de empleo en los municipios gobernados por el PP desde luego, que son los que más se han venido beneficiando abusivamente del reparto de las escuelas taller, casas de oficio y talleres de empleo. No es de recibo tampoco vender la idea de mayores dotaciones cuando en 2003 el PP ha reducido en un 6% las partidas para las políticas activas de empleo en Andalucía.
3. Porque el Gobierno piensa en Andalucía y Extremadura. Es cierto. El PP lleva desde el 1996 hostigando el sistema de protección social que componen el PER, el subsidio y la formación agraria. Reduciendo partidas, distribuyendo arbitrariamente los recursos según dictados partidistas, repartiendo tarde los presupuestos para decir después que la gestión de los ayuntamientos es deficiente. Pensando, sí, pero en cómo reducir las ayudas y en asfixiar progresivamente los presupuestos en este terreno.
Desde la llegada de Aznar a La Moncloa, los episodios contra nuestra comunidad y las medidas antiandaluzas del PP han sido constantes: el no reconocimiento del censo, la financiación autonómica, el bloqueo de las transferencias pendientes, el recorte drástico de las inversiones del Estado en nuestra comunidad... Y, en los últimos ocho meses, se ha intentado desmantelar el campo andaluz con el decretazo. Es cierto que el PP piensa en Andalucía y Extremadura. Ambas comunidades autónomas son su obsesión, su grano electoral, el insomnio de Javier Arenas, al que los andaluces no dejaron gobernar esta tierra.
4. Más empleo, más futuro. Renta Agraria. Mejor para todos. ¿Más futuro o seis años y ni uno más? ¿Más futuro asegurado o más incertidumbre para los más desfavorecidos? Demasiadas lagunas plantea, sin duda, este modelo de Renta Agraria que pretende sofocar uno de los muchos frentes que tiene abiertos el Gobierno central en la actualidad.
En definitiva, la campaña publicitaria del PP es pura propaganda y revela las inseguridades y los titubeos de un Ejecutivo atrincherado en su propia fortaleza mediática, de espaldas a la sociedad, que ha perdido la batalla de la opinión pública y que ha hecho de la prepotencia el denominador común de su forma de entender la política, como se demostró en el decretazo. Una suma de errores que se traducirá en una enorme sangría de votos para su formación y que, en el tema concreto de la Renta Agraria, provoca una incógnita importante: ¿de verdad es mejor para todos?
Fernando Rodríguez Villalobos es secretario de Desarrollo Rural y Agricultura del PSOE-A
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