Blair anuncia un drástico plan para reducir emisiones de gases
El Gobierno británico rechaza construir más centrales nucleares
El primer ministro británico, Tony Blair, anunció ayer un plan energético radical para reducir las emisiones de gases que causan el calentamiento global. El plan, incluido en un Libro Blanco, pretende que, en 2010, el 10% de la electricidad se obtenga de fuentes renovables (ahora es el 3%), y propone medidas de ahorro energético. El libro rechaza nuevas plantas nucleares, pese a que no emiten gases.
El objetivo a largo plazo (año 2050) es una reducción del 60% en las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero. Algunos analistas citados por la BBC on line han expresado su escepticismo ante la posibilidad de que esas cifras puedan alcanzarse sin construir nuevas centrales nucleares. A diferencia de los combustibles fósiles (como el petróleo, el carbón y el gas), la energía nuclear no emite gases de efecto invernadero. Las 16 centrales nucleares británicas llegarán al final de su vida antes de 30 años.
El Libro Blanco señala también que, hacia el año 2020, los precios de la energía se incrementarán en un 15% para la electricidad de consumo doméstico, un 25% para la electricidad de consumo industrial y un 30% para el gas de consumo industrial.
El Reino Unido obtiene actualmente el 35% de la energía de sus plantas de carbón, que no sólo emite gases de efecto invernadero, sino también muchos otros contaminantes. El plan de Blair no pretende renunciar a esa fuente, abundante en el país, aunque propone sustituir una parte del carbón por otros combustibles relativamente más limpios, como el gas natural. El Reino Unido deberá para ello garantizarse la importación de gas desde otros países.
Lavado verde
Blair presentó ayer su plan energético como parte de un proyecto más amplio para afrontar el problema del medio ambiente y de la pobreza en el Tercer Mundo. La portavoz de Los Verdes, Margaret Wright, acusó al primer ministro de estarse dando un "lavado verde" para compensar su impopular apoyo a los planes bélicos de la Administración de Estados Unidos.
"La polaridad está ahí, y es peligrosa", dijo Blair en una conferencia sobre desarrollo sostenible celebrada ayer en Londres. "Divide el mundo a veces entre derechas e izquierdas. Lo divide entre norte y sur. Y divide a Estados Unidos y sus aliados, por un lado, del resto del mundo por el otro". Estados Unidos es el principal emisor de gases de efecto invernadero del mundo, y su presidente, George Bush, ha rechazado firmar el Protocolo de Kioto, la herramienta internacional para frenar el calentamiento global. A Blair, sin embargo, Kioto parece quedársele corto.
"Incluso los objetivos de Kioto han suscitado polémica en algunos países, particularmente en Estados Unidos", dijo el primer ministro. "Muchos lo ven como una amenaza al desarrollo económico. Pero esto no tiene por qué ser así". Blair y el primer ministro sueco, Goran Persson, han escrito una carta conjunta a sus colegas de la UE para que se adhieran a su objetivo de reducción del 60% de las emisiones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.