Los países No Alineados respaldan la diplomacia para evitar la guerra

Reyes, sultanes, presidentes y jefes de Gobierno se sucedieron ayer, en la cumbre del Movimiento de los No Alineados, para proclamar su oposición a la guerra que EE UU proyecta contra Irak. Todos advirtieron al régimen de Bagdad de que debe acatar de inmediato las exigencias del Consejo de Seguridad para evitar un conflicto que desestabilizaría la región.

El líder surafricano, Thabo Mbeki, hasta ayer presidente de los no alineados, realizó un llamamiento para elaborar conjuntamente una declaración que diga "¡No queremos la guerra!". Mahathir Mohamad, el primer ministro de Malaisia y su sucesor al frente del movimiento hasta 2006, fue aún más claro: "Malaisia se compromete a trabajar para evitar la guerra, incluida la guerra contra Irak". "A ninguna nación se le debe permitir poner orden en el mundo y, peor aún, decidir cómo y cuándo hay que actuar", añadió.

"Marruecos", enfatizó más tarde el rey Mohamed VI, "exhorta a evitar las nefastas consecuencias de la guerra, aplicando correctamente las decisiones del Consejo de Seguridad". "Una guerra", vaticinó Mohamed Jatamí, presidente iraní, "que fortalecerá a los extremistas y contribuirá a retrasar el movimiento comedido que está echando raíces en la región y tiende a establecer una democracia compatible con la religión y la cultura". Casi en vía muerta, desde el fin de la guerra fría, el movimiento de los no alineados, fundado hace más de 40 años por países que rechazaban a los dos bloques, está recobrando vida desde que el presidente estadounidense, George W. Bush, afirmó que tres de sus miembros [Irak, Corea del Norte e Irán] constituyen el eje del mal.

A la cumbre de Kuala Lumpur asisten un centenar de delegaciones, que representan países con 3.000 millones de habitantes y los dos tercios de los escaños en la asamblea general de la ONU. La mayoría de ellas, incluidas algunas de las más importantes, como las de India, Pakistán, Irán, Indonesia, Cuba, Marruecos, están encabezadas por el jefe de Estado.

El rechazo unánime a la guerra no ha evitado un intenso tira y afloja sobre cómo debe quedar plasmado en la resolución final que se aprobará hoy. El borrador elaborado por varias delegaciones árabes, que rechazaba "categóricamente la amenaza de la utilización unilateral de la fuerza", ha sido edulcorado por Chile. "Respaldamos todos los esfuerzos desarrollados para evitar la guerra (...) y reiteramos el papel fundamental de la ONU y del Consejo de Seguridad", señala la nueva versión.

Chile y otros cinco países miembros de los no alineados (Guinea, Camerún, Pakistán, Angola y Siria) rehúsan así comprometerse antes de que el Consejo decida sobre la segunda resolución. "Qué duda cabe de que ha habido tiempos mejores para ser miembro del Consejo de Seguridad", reconocía Khurshid Kasuri, ministro paquistaní.

Menos controversia ha suscitado el borrador de resolución sobre Corea del Norte, en el que se le instaba a respetar el Tratado de No Proliferación Nuclear que, sumido en una espiral de provocaciones hacia EE UU, el régimen de Pyongyang denunció el mes pasado. Desde Seúl, el presidente Kim Dae-jung, que inició hace dos años y medio la reconciliación con el Norte, se sumó a esta petición.