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UGT asegura que el acuerdo entre ELA y LAB traerá más crispación

Dámaso Casado reclama un pacto para reducir la temporalidad

Pedro Gorospe

UGT cree que el acuerdo de unidad de acción entre las centrales nacionalistas ELA, LAB y ESK va a generar más crispación en la negociación colectiva, porque su principal objetivo va a rebasar la defensa de los trabajadores para centrarse en la construcción nacional y en la soberanía. Dámaso Casado reclamó ayer unión sindical para rebajar la tasa de temporalidad de Euskadi, un 33,8%, al 10% del resto de Europa.

Para el secretario general ugetista, el acuerdo de las centrales nacionalistas deja entrever que se trata de un acuerdo estratégico para trabajar juntos en un marco de relaciones laborales propio para Euskadi, y lo más probable es que se desarrolle excluyendo al resto de los sindicatos. "Si es así, nos parecerá mal, porque no avanzaremos absolutamente nada y profundizará en la división sindical. Se incrementará la crispación y tendremos una negociación colectiva complicada", declaró en Vitoria el secretario general de UGT.

ELA y LAB recuperaron el pasado lunes la unidad de acción que mantuvieron hasta la crisis de abril de 2001. Una colaboración que podría ampliarse al campo de la política para el "desarrollo de una estrategia nacional, soberanista y de clase", pero que actualmente está condicionada por el rechazo de LAB a desmarcarse de la violencia de ETA. El líder de ELA, José Elorrieta, precisó ayer que en estos momentos no se dan las condiciones necesarias para lograr una colaboración "profunda y dinámica" con LAB en el ámbito político, aunque indicó que, "hasta que se den esas condiciones, no es malo hablar y pensar algo".

Por el contrario, Dámaso Casado, está convencido de que ése es el objetivo de fondo de la unión y se mostró preocupado por sus consecuencias, sobre todo porque cree que también hay sintonía con el propio Gobierno vasco. "Podría ser que en las próximas semanas nos encontráramos sobre la mesa con una serie de proyectos que privatizan todo lo que hoy es público en materia de prestaciones sociales", apuntó.

Al secretario general ugetista pareció darle la razón el máximo dirigente de LAB, Rafa Díez Usabiaga, al declarar ayer que la unidad de acción con ELA es "un paso imprescindible" en una "conyuntura de tránsito de un escenario [político] a otro", donde el sindicalismo abertzale ha de ser el "sujeto protagonista en la definición de compromisos para articular una estrategia nacional y soberanista".

Frente a los objetivos políticos, Casado propuso los sindicales, y reclamó un acuerdo para mejorar la estabilidad en el empleo, cuya tasa de temporalidad (el percentaje de trabajadores temporales sobre los fijos) se acerca al 34% en Euskadi, mientras que la media en Europa es del 10%.

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En la comunidad autónoma se formalizan 11 contratos temporales por cada uno estable, y esta situación se agrava en el sector servicios, donde la relación es de 13 temporales por 1 estable. Un "uso y abuso" de la contratación temporal por parte de los empresarios que se hace con la complicidad del Gobierno, criticó el secretario general de UGT. El 92% de los nuevos contratos que se firman en Euskadi son temporales y los que más sufren esa situación son los jóvenes y las mujeres con contratos a tiempo parcial.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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