Las galerías vascas hacen un balance satisfactorio de Arco

La feria Arco, la más importante de las dedicadas en España al arte contemporáneo, abrió sus puertas el 13 de febrero en un ambiente de incertidumbre ante la respuesta del mercado del arte a la inestabilidad internacional y los nubarrones económicos. Ayer al cierre de la edición, la mayor parte de los nueve galeristas procedentes del País Vasco y Navarra estaba moderadamente satisfecha con el balance económico y con la proyección conseguida por los artistas que representan.

Arco ha contado este año con 277 galerías, de 28 países. Entre ellas han estado ocho galerías del País Vasco -Altxerri, Dieciséis y DV, de San Sebastián; Colón XVI, Bilkin, Vanguardia y Windsor Kulturgintza, de Bilbao, y Trayecto, de Vitoria- y Moisés Pérez de Albéniz, de Pamplona. Artium, presente en Arco, aprovechó la feria para incrementar su colección con una pintura de Alfonso Cortázar y una serie de 10 fotografías de Miguel Ángel Gaüeca, entre otras compras.

El balance de las galerías, en conjunto, fue "moderadamente satisfactorio". Roberto Sáenz de Gorbea, de Windsor, aseguraba que había sido una feria tranquila, de compradores con menos prisas. "Las ventas han bajado con respecto al año pasado, pero si se ejecutan los acuerdos pendientes, la feria se salva económicamente", señaló. Dieciséis, Moisés Pérez de Albéniz y Colón XVI coincidieron en sus resultados positivos, con ventas que, en mayor o menor medida, tocaban a todos los artistas. Pero más allá de hacer caja, los galeristas subrayaron su interés por la rentabilidad que tiene Arco al promocionar a los artistas e intercambiar exposiciones. "Patio Herreriano, de Valladolid, por ejemplo, se ha interesado por contactar con Nerea de Diego, que ha venido por vez primera a Arco", explicaba Pérez de Albéniz.

"Ha sido el trabajo más satisfactorio de mi vida", aseguró Gonzalo Sánchez, de Dieciséis, tras acudir un año más con obras de Amable Arias. "Económicamente hemos salido airosos y hemos conseguido rescatar y dar a conocer a un artista en un proyecto de varios años".

Petra Pérez, de Vanguardia. defendía que la feria sigue movida por las compras instucionales. Ana Uriarte, de Bilkin, que acudía por vez primera, hacía un balance escueto de su debú -"muchos contactos"- a pesar de las ventas escasas.