La marea negra del 'Prestige' obliga a retrasar la primera costera del año
Las tareas de recogida de fuel del 'Prestige' pueden arruinar la temporada de esta especie
Los arrantzales desconocen si finalmente podrán salir a pescar verdel. La costera no podrá comenzar a finales de este mes como estaba previsto, y puede declararse una veda si las aguas del Golfo de Vizcaya siguen contaminadas por el fuel del Prestige. Los pescadores vascos, que ayer recogieron 1.200 toneladas de chapapote, reclamaron ayer al Gobierno vasco que compense económicamente al sector por las pérdidas que acarreará el retraso de la costera. Esta incertidumbre se suma a la falta de acuerdo con los pescadores franceses para renovar el pacto sobre la anchoa.
El viceconsejero y el director de Pesca, Luis Miguel Macías y Josu Santiago, respectivamente, se reunieron ayer en Pasaia con una treintena de representantes de las cofradías de pescadores de Vizcaya y Guipúzcoa para decidir si la flota de bajura sale a faenar el verdel o se sigue dedicando a la recogida de chapapote. Antes de iniciarse el cónclave, que continuaba al cierre de esta edición, Macías confirmó que la costera del verdel se retrasará porque "no se dan las condiciones" para la actividad pesquera. Los arrantzales aseguran que la marea negra imposibilita largar las redes porque se exponen a estropearlas y capturar peces contaminados, según reconocía antes de la reunión un arrantzale de Getaria.
El Gobierno autónomo se ha fijado como objetivo "iniciar la costera cuanto antes", destacó Macías, aunque no descartó que finalmente la campaña de verdel, que en principio termina en abril, se quede por completo en blanco. En estos momentos, la flota de bajura tiene la misión de participar en la retirada de fuel por un "principio de responsabilidad ecológica y social", afirmó el viceconsejero, quien destacó que los arrantzales han recogido "el 80% de todo el fuel retirado en aguas del Golfo de Vizcaya".
Los 150 pesqueros que ayer se hicieron a la mar descargaron 1.200 toneladas de galipote, lo que incidió en una menor contaminación de las playas vascas. En los arenales, mientras, se recogieron 22,3 toneladas de residuos impregnados de hidrocarburo: 6,1 en las vizcaínas de Arminza, Bakio y Plentzia, y las 16,2 restantes en Zumaia, Zarautz y las tres playas donostiarras.
[La comisión de gobierno donostiarra aprobará finalmente hoy personarse en las causas judiciales abiertas tras el hundimiento del Prestige. La decisión debe ser ratificada por el pleno del consistorio].
Mientras continúen las labores de limpieza, los arrantzales no podrán dedicarse a la pesca del verdel. El presidente de las cofradías de Guipúzcoa, Esteban Olaizola, tras recalcar que el Cantábrico está "plagado de chapapote", señaló: "La decisión sobre el cierre de la pesquería del verdel es muy seria, porque acarrea unas grandes pérdidas para el sector", que no cuantificó. Por ello, los representantes de los pescadores exigieron al Gobierno que abra una línea de "subvenciones importantes" si finalmente se opta por suspender la costera, la primera de la temporada. Olaizola agregó que los pescadores franceses se hallan también "muy preocupados" por el futuro de la costera y dispuestos a "parar" la pesca hasta terminar con la limpieza del Cantábrico.
La incertidumbre sobre la temporada del verdel se suma a la confusión que se cierne sobre la campaña de la anchoa, que comienza en abril, tras fracasar de nuevo las negociaciones entre los pescadores del Cantábrico y sus homólogos franceses. En una reunión celebrada ayer en París tampoco consiguieron renovar el Acuerdo de Arcachon, que regula la pesca de esta especie en el Golfo de Vizcaya. El pacto expiró en diciembre tras diez años de vigencia.
Olaizola informó de que la representación del país vecino mantuvo "una vez más" una postura "inmovilista" tras más de un año de conversaciones bilaterales. "No ha movido un ápice sus exigencias", dijo. Los profesionales franceses reclaman "una prórroga" del Acuerdo de Arcachon, según el cual España cede 9.000 toneladas de anchoa de su cuota (30.000 toneladas en total) y los barcos españoles no faenan esta especie en otoño. El incumplimiento del acuerdo generó el año pasado varios enfrentamientos entre pescadores.
Los arrantzales y sus colegas de Asturias, Cantabria y parte de los gallegos no están dispuestos a renunciar a las 9.000 toneladas y exigen que la flota francesa de bajura mantenga la actual parada del 20 de marzo al 31 de mayo. Además, piden que la flota española pueda faenar en aguas francesas hasta seis millas al sur del paralelo 46.
Rotas las negociaciones entre los pescadores, los respectivos gobiernos tratan ahora de desbloquear la situación. El sector del Cantábrico pidió a la secretaria general de Pesca Marítima, Carmen Fraga, que "no consienta ninguna cesión" a Francia en las negociaciones.
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