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Reflexiones sobre 2003

El año 2003 está lleno de inquietantes incógnitas en las áreas internacional y nacional. Nos guste o no, el monopolio del superpoder militar que ostenta EE UU -unido a su liderazgo tecnológico y económico- hace que las decisiones del presidente Bush influyan decisivamente en todo el planeta. Asistimos a una fría y calculada estrategia política que parece terminará con la invasión de Irak, con independencia del resultado final del informe de los inspectores de la ONU sobre la existencia de armas de destrucción masiva o la posibilidad de fabricarlas en suelo iraquí. El formidable aparato mediático gubernamental estadounidense está en marcha y nos machaca diariamente en dos direcciones: "hay preguntas que las autoridades iraquíes no contestan adecuadamente" y el despliegue continuo de nuevas unidades militares a la zona del inevitable (?) conflicto.

Simultáneamente, en EE UU, y para combatir mejor al terrorismo, se introducen leyes y disposiciones que cercenan de manera brutal los derechos individuales de los ciudadanos -véase la falta de garantías de los detenidos en Guantánamo-, se actúa a espaldas del Tribunal Penal Internacional y se pretende ¡autorizar a los agentes federales a matar! -asesinar diría yo- en determinadas circunstancias. Parece de ciencia-ficción, pero esto está sucediendo en estos momentos sin que, para mi sorpresa, haya denuncias ni una gran reacción ni de los intelectuales ni de la clase dirigente. ¿Dónde está la conciencia crítica de una nación que tantas veces ha demostrado al mundo su profunda e impecable defensa de las libertades? ¿Dónde están los políticos que sean capaces de valorar las consecuencias militares, económicas, sociales y geopolíticas, a medio y largo plazo, de invadir Irak sin una decisión unánime del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que la autorice? ¿Cómo se puede admitir el doble rasero y la incoherencia de intentar derrotar al dictador Sadam Husein, provocando miles y miles de muertes, y tolerar al dictador Kim Jong-Il, más cerca de tener armas nucleares y misiles y que preside concentraciones de corte hitleriano? ¿Es la posesión de enormes reservas de petróleo, en el caso iraquí, la respuesta?

- Los primeros gastos y declaraciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reflejan no sólo una gran sensibilidad social y una maravillosa ingenuidad, sino un profundo conocimiento de las necesidades del pueblo, que él ha vivido con su propia familia. Escuchar a un presidente, elegido democráticamente en uno de los países más grandes del mundo, decir que su gran objetivo será que millones de brasileños puedan hacer tres comidas al día es escalofriante por sincero. Creo que existen pocos sitios en el mundo donde puedan apreciarse más las desigualdades sociales y económicas que en Río de Janeiro, con el contraste entre el lujo de Copacabana e Ipanema y la miseria lacerante de las favelas. Es un formidable desafío para cualquier gobernante y toda América Latina espera que los organismos internacionales, principalmente el Banco Mundial, presidido por James Wolfenshon, puedan ayudar a intentar paliar el más grave problema de nuestros días, la inmensa desigualdad del reparto de la riqueza entre los ciudadanos y países del mundo, como nos acaba de recordar el premio Nobel Gunter Grass.

- El inacabable conflicto de Oriente Medio con la mutua locura de los atentados y asesinatos por fanáticos palestinos y los represalias asesinas del Ejército israelí, así como la situación límite que una huelga general indefinida ha creado en Venezuela -un país también con enormes reservas de petróleo-, son dos focos de tensión que estimo nos deberían preocupar y ante los que la comunidad internacional parece impotente e incapaz de influir.

- "Los problemas se acumulan en la locomotora de Europa, la economía se enfrenta con la recesión, las finanzas públicas están en dificultad y se vislumbran peores problemas". El presidente de la BDI (patronal alemana), Rogowski, citaba el anterior comienzo de un artículo del Financial Times sobre la situación económica y política de Alemania en su intervención ante el Consejo de Presidentes de UNICE (patronal europea). Recomiendo la lectura sosegada de su intervención. Rogowski destaca que 4 millones de parados, un crecimiento del PIB del 0,3 en el 2002 y de un 0,6 en el 2001, un déficit de 15.000 millones en las cajas de la seguridad social, el aumento de la fiscalidad y de las cuotas de seguridad son advertencias que no pueden ser ignoradas. Destaca el incumplimiento sistemático de las promesas antes de las elecciones del canciller Schröder y detalla la realidad: aumento de impuestos, tasa mínima para el impuesto de sociedades, sin reducción de la carga fiscal, impuesto sobre la plusvalía para las acciones y los bienes inmuebles y ampliación de los umbrales de cotización. Para salir de la situación sugiere cuatro principios directores: no quedarnos paralizados. Flexibilizar las relaciones laborables y cuestionar las relaciones de trabajo tradicionales vinculadas a convenios. Estimular los resultados y la eficacia. El sistema de seguridad social absorbe cerca de la tercera parte del PIB. Fomentar la competencia en lugar de la intervención de Estado y promover el crecimiento en lugar del servicio público global.

Alemania, la economía modelo y motor de Europa, está enferma y, a juicio del abajo firmante, es todo un ejemplo de lo que España no debe hacer. ¿No sería conveniente que los señores Rato, Montero y Sevilla estudiasen los errores cometidos por los responsables alemanes?

- Si hablamos de nuestro país, lo primero que destacan son las inmediatas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Nada será igual después de las mismas, todos lo sabemos y aceptamos. Hay una nueva generación de políticos socialistas que pasarán su primer examen serio y que rendirán cuentas de los resultados ante sus iguales. El secretario general Zapatero y sus principales colaboradores, Caldera, Blanco y López Aguilar, afrontan un importante desafío. ¿Serán capaces de mejorar la actual distribución de poder en las autonomías y municipios? ¿Un triunfo municipal, posible, de Maragall en Cataluña consolidaría la actual independencia del PSUC, del PSOE y del federalismo asimétrico? Si Maragall necesitase para gobernar algunos municipios a ERC, ¿formaría coalición con un partido radical e independentista? Las probables victorias, una tal vez espectacular, de Bono e Ibarra acentuarán la fuerza de ambos líderes, que podrían contemplar con sorpresa cómo los socialistas vascos -divididos y perplejos aunque todos con un gran coraje- y los gallegos retrocedían en sus posiciones anteriores. Los votantes dirán la última palabra. Será interesante comprobar la influencia, a nivel nacional, que tendrán diversos factores como la buena imagen de Zapatero, la falta de programas socialistas con papeles conocidos, la crisis del Prestige, las iniciativas populares de fuertes medidas antiterroristas y antidelincuencia -con el apoyo socialista y de la inmensa mayoría de los ciudadanos, según las encuestas-, la tensión sobre la elección del candidato popular -¿es creíble que el más estrecho colaborador del presidente Aznar durante años, su amigo personal, favorito del partido y político de raza haga unas declaraciones a Abc, aparezca en TV y, al día siguiente, ratifique en Valladolid su disponibilidad para ser candidato, sin previo conocimiento del número uno?-, la situación económica personal de los votantes, la actitud superbeligerante de la mayoría de los medios de comunicación, todo ello tamizado por la calidad y credibilidad de los candidatos de cada pueblo, ciudad, villa o autonomía. ¿Se atreverán algunos candidatos a tomar posición sobre la guerra de Irak distinta a la mantenida por sus partidos?

El PP tiene, para el doble desafío de Madrid, a dos grandes candidatos: para la alcaldía, a Alberto Ruiz-Gallardón -que ha sido un soberbio presidente de la Comunidad de Madrid, con gran capacidad de diálogo económico, social y cultural-, y a Esperanza Aguirre, la senadora más votada y una política con experiencia. Es fácil admitir el atractivo de la figura de Trini Jiménez, la joven candidata socialista a la alcaldía de Madrid, pero aún no conocemos casi nada de sus propuestas y debo confesar mi absoluta ignorancia personal y mediática sobre Rafael Simancas, candidato socialista a la autonomía, al que espero conocer si comparece en CEIM (Confederación Empresarial de Madrid) para explicar su programa.

- La batalla que estamos ganando contra el terrorismo de ETA es para sentirnos orgullosos del Gobierno, del apoyo de la oposición y de todos y cada uno de esos vascos admirables que defienden cada día con el riesgo de su vida, y venciendo al miedo, el derecho a ser libres, a votar, a opinar lo que quieran, a vivir y a soñar con una Euskadi en paz, diversa y plural, con un País Vasco donde no haya ni un atentado, ni un asesinato, ni una amenaza, ni una extorsión más. La colaboración francesa parece más intensa que nunca y el tándem Acebes-Michavila, con el apoyo y la colaboración de López Aguilar, funciona bien, dando siempre cobertura legal a la gran labor de las Fuerzas de Seguridad del Estado. ¿No hay nadie capaz de convencer a Aznar y a Ibarretxe de la bondad de un simple diálogo? ¿No sería, estimado presidente Aznar, una formidable iniciativa suya que, después de las elecciones municipales -antes parece difícil- pudiese usted, desde su máxima representatividad y con generosidad, intentar empezar a suturar esta herida abierta que cada día sangra y nos duele más?

José A. Segurado es empresario y ex presidente del Partido Liberal.

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