Un edificio industrial 'levitará' para convertirse en CaixaFórum-Madrid

Los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, nacidos en Basilea en 1950 y premio Pritzker 2001, van a convertir una antigua central eléctrica, situada en el paseo del Prado, frente al Jardín Botánico, en el nuevo centro cultural social de la Fundación La Caixa. El nuevo edificio, de 8.000 metros cuadrados, con una inversión de 30 millones de euros, levitará sobre una gran plaza pública que se extiende por el espacio que hoy ocupa una gasolinera. Herzog presentó ayer CaixaFórum-Madrid y afirmó que intentarán hacer un edificio "seductor, atractivo y ligero".

El presidente de la Fundación La Caixa, José Vilarasau, manifestó ayer, en la presentación del proyecto CaixaFórum-Madrid, que el nuevo centro social y cultural era una forma de "devolver parte de la confianza" de Madrid en la institución financiera. Recordó que desde 1990 se han abierto 650 oficinas (en Cataluña tienen 1.800) y en Alcobendas funciona un museo de la ciencia, CosmoCaixa (400.000 visitantes en 2002), además del centro de exposiciones de Serrano, 66, un total de 37 centros para mayores, ayudas, becas y otros servicios.

CaixaForum-Madrid sigue el modelo de CaixaFórum-Barcelona, instalado en un edificio modernista, que en este caso utiliza la antigua central eléctrica del Mediodía, de 1900, situada entre las calles Gobernador, Alameda, Almadén y Cenicero, a la altura del paseo del Prado, 36, adquirida por la Fundación La Caixa en 2001. La elección del equipo Herzog & De Meuron, con sede en Basilea (170 empleados), con oficinas en Londres, Múnich y San Francisco, se debe a su trabajo en una central térmica a orillas del Támesis que convirtieron en la Tate Modern, en Londres. Los arquitectos suizos tienen otros proyectos en España: el Museo Óscar Domínguez y nuevo muelle y la plaza de España (Santa Cruz de Tenerife) y edificio y plaza del Fórum 2004 (Barcelona).

En el salón del Prado

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Ignacio del Río, agradeció a La Caixa la elección de Madrid para este nuevo centro cultural en el eje Colón-Atocha, con la Biblioteca Nacional, el Prado, el Thyssen y el Museo Reina Sofía. La oferta electoral de Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde incluye un centro de exposiciones en el edificio de Correos convertido en Casa Consistorial. Del Río y Vilarasau firmaron un convenio para "facilitar" la ejecución del proyecto y la creación de la plaza, con el traslado de la gasolinera actual en el mismo paseo.

Jacques Herzog explicó con imágenes virtuales que el edificio de ladrillo existente, ejemplo de arquitectura industrial de finales del siglo XIX y principios del XX, les obligó a buscar soluciones singulares para proyectar un edificio "único y especial" en una zona cercana al Prado, al Thyssen y al Reina Sofía. Esta parte del paseo del Prado se va a convertir en el salón del Prado tras la reordenación que proyectan los arquitectos Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández León.

El edificio de la antigua central eléctrica está encajonado entre calles estrechas y, tras el derribo de la gasolinera (acordado con el Ayuntamiento), se formará una plaza pública que se extiende hasta la acera del paseo del Prado. Las estrategias del proyecto, según Herzog, fueron la creación de una plaza pública, elevar el edificio, "como si levitara", por el friso de granito que rodea la construcción de ladrillo, y construir otros espacios por debajo del nivel de la calle. La plaza pública (2.500 metros cuadrados), con una pared medianera que podría llevar una lámina de agua, sirve de acceso al edificio, que se prolonga por una plaza cubierta bajo la estructura, "un paisaje artificial" con el vestíbulo para entrar en los espacios dedicados a las exposiciones o al auditorio (322 plazas). Tras el vestíbulo, cafetería y tienda se sitúan dos niveles para salas de exposiciones (2.000 metros cuadrados), "unos espacios diáfanos, simples, flexibles" y otro final para restaurante y oficinas.

Por encima de las dos naves de ladrillo se sitúa un nuevo cuerpo hasta formalizar una caja con entradas para la luz natural en zonas acristaladas y practicable en las cubiertas. "El tejado tiene un aspecto muy escultural y sencillo", dijo Jacques Herzog al explicar la mayor novedad del proyecto. "Esta parte está basada en las cubiertas de los edificios de la zona y da libertad para jugar con formas metálicas".

Este cuerpo superior, según Herzog, tendrá un color parecido a la fábrica de ladrillo existente, pero "con su propia personalidad, para reflejar la luz, y estamos pensando en unas plazas de hierro colado, con un color entre plateado y oxidado, con un aspecto brillante, parecido a un espejo". Herzog defendió los cambios en la ciudad, con un nuevo edificio adaptado a los otros que están en la misma zona. "Algo va a cambiar, pero no debe asustar este proyecto, que utiliza el mismo lenguaje de los edificios que rodean la antigua central. Lo haremos tan seductor y atrevido como podamos".

El proyecto de ejecución y permisos estarán este año y la construcción durará entre 18 y 28 meses, para llegar a principios de 2006.