Bélgica y Francia anuncian que vetarán hoy en la OTAN el despliegue que pide EE UU
Bruselas espera que Berlín se sume al rechazo a los planes militares de Washington en Turquía
La crisis iraquí ha sumergido a la OTAN en una de sus crisis de identidad más serias ante las discrepancias a la luz pública de Estados Unidos y tres de sus socios: Alemania, Francia y Bélgica. El secretario general de la organización, el británico George Robertson, no logrará hoy sacar adelante la petición de Washington de iniciar planes para la protección de Turquía. El Gobierno belga ya anunció ayer que volverá a bloquearla, y se da por descontado igual actitud en el caso francés y alemán. Primero lo confirmó el ministro belga de Exteriores, Louis Michel, en unas declaraciones televisadas.
"Vamos a bloquearla", dijo Michel. "Vamos a redactar una carta con Francia, y pienso que también con Alemania, para ejercer nuestro derecho de veto", dijo en una entrevista a la cadena televisión pública flamenca VRT. Todas las decisiones en la OTAN deben ser consensuadas, por lo que cualquier postura que se oponga a una determinada medida anula ésta.
Un portavoz del Ministerio francés de Exteriores confirmó también anoche a EL PAÍS que "no hay razón alguna" para cambiar la postura de su país en relación al uso de la OTAN como instrumento de los planes estadounidenses para atacar a Irak." "No es hora de introducir a la Alianza Atlántica en una acción militar" , afirmó el portavoz..
Francia considera válido el criterio de apoyo a Naciones Unidas adoptado por la OTAN en la cumbre de Praga. Pero la interpretación francesa es que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha decidido atacar militarmente a Irak, ni ha dado luz verde a una resolución que permita hacerlo, por lo cual las condiciones para implicar a la OTAN no han cambiado.
Y si alguien insiste en que se trata de defender a Turquía, miembro de la Alianza Atlántica, de una eventual agresión extranjera, "el Gobierno turco cuenta con la seguridad de que Francia estará en primera línea para apoyarle, auxiliarle y defenderle", aseguró el portavoz del Quai d'Orsay.
En un gesto sugerido por EE UU y apoyado por varios países, entre ellos España, pero que causó enorme irritación a Francia, Robertson propuso el pasado jueves abrir un procedimiento de silencio sobre la serie de medidas para planificar una función de apoyo logístico de la Alianza en el caso de una operación en Irak. El procedimiento, empleado ya en otras circunstancias, vence hoy a las diez de la mañana, hora de Bruselas.
El embajador francés ya insinuó el jueves que París probablemente lo rompería. En realidad, los representantes diplomáticos de los 19 países miembros se despidieron ese día hasta el lunes, dado que Robertson daba por asumido el bloqueo y pensaba en convocar otra reunión extraordinaria del Consejo Atlántico. La reunión no es seguro que tenga lugar ni tampoco conducirá previsiblemente a nada, a menos que Turquía decida invocar el artículo 4º del tratado de la organización, según el cual deben iniciarse consultas en caso de que un miembro sienta que su territorio está amenazado.
Además, a partir de ahora se abre para muchos de los miembros un nuevo compás de espera tras el plan franco-alemán de reforzar el número de inspectores y el posible envío de cascos azules. El ministro belga Michel dijo ayer que le parecía una excelente propuesta. Sin embargo, Washington la considera inapropiada.
El belga Michel afirmó ayer que EE UU tiene su propia agenda en la crisis iraquí: "No han logrado atrapar a Bin Laden y ahora tienen que encontrar un enemigo al que batir". "Creo que todo esto tiene que ver con el poder, y probablemente también con la humillación que han sufrido", agregó, sin pelos en la lengua.
Franceses, alemanes y belgas sostienen que hay que explotar todos los canales políticos y diplomáticos posibles para evitar la guerra, y de ahí que juzguen que dar luz verde a los preparativos dentro de la OTAN daña esos intentos. Por el contrario, los norteamericanos afirman que iniciar preparativos no significa declarar la guerra.
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