Doce obras de Gaudí son candidatas a ser Patrimonio Mundial
La parte original de la Sagrada Familia se suma a la candidatura
Desde 1984, la Unesco tiene inscritas como Patrimonio Mundial tres obras de Antoni Gaudí: La Pedrera, el parque Güell y el palacio Güell. A partir de 2004 casi todas las obras del arquitecto podrían tener el mismo reconocimiento de este organismo internacional. Cinco administraciones, encabezadas por la Generalitat, han solicitado la ampliación de la declaración a otras 12 obras del arquitecto, entre ellas la parte realizada por Gaudí en la Sagrada Familia.
El pasado 30 de enero, la Embajada de España ante la Unesco entregó oficialmente la solicitud para que sean declaradas Patrimonio Mundial las siguientes 12 obras de Gaudí: las casas Vicens, Calvet y Batlló; los pabellones de la finca Güell; el colegio de las Teresianas; la cripta de la Colònia Güell; la Torre Bellesguard, el Palacio Episcopal de Astorga; la Casa de Botines; El Capricho, y la obra de Gaudí en la catedral de Palma de Mallorca y en la Sagrada Familia.
En este último edificio hubo problemas iniciales ya que la junta constructora temía que la declaración pudiera interferir en la continuación de las obras, por lo que había declinado la invitación de sumarse a la candidatura. Finalmente se ha incluido el emblemático templo, aunque se ha optado por incluir solo la parte en la que intervino directamente Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento. "La Sagrada Familia es la futura catedral de Barcelona y la inquietud de la junta podía estar en pensar que esta declaración pudiera interferir en su proceso de construcción", señaló ayer Marc Mayer, director general de Patrimonio de la Generalitat. "En la petición hablamos sólo de la obra de Gaudí en la Sagrada Familia, aunque en el futuro podría ser declarada toda ella si, una vez acabada, se demuestra que es un monumento singular".
La candidatura se presentó ayer en Barcelona y ha sido impulsada por la Generalitat de Cataluña con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, y de los gobiernos de las comunidades autónomas de Baleares, Cantabria y Castilla y León, donde también hay obras del arquitecto. Representantes de todas estas administraciones valoraron ayer la importancia simbólica de esta declaración que pone el colofón al Año Gaudí.
El procedimiento que debe seguir ahora esta petición es largo, aunque los promotores confían en que llegará a buen puerto en 2004. La Unesco estudiará en los próximos meses las candidaturas presentadas en todo el mundo. En los últimos tiempos, este organismo estudía sólo 30 de las candidaturas presentadas y, según señaló Mayer, ha solicitado a los países desarrollados que se contengan en sus peticiones para dar paso a los países que no tienen ninguna obra declarada o cuentan con patrimonio en peligro. En este sentido, España tiene la desventaja de que ya cuenta con 37 monumentos declarados -es el país con más obras consideradas Patrimonio Mundial-, pero los promotores confían en que el organismo internacional decidirá este año estudiar también las peticiones de ampliación, como es el caso de la obra de Gaudí. Si esto es así, en verano un evaluador del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos (Icomos) visitará las obras de Gaudí y emitirá un informe personal que será estudiado en marzo de 2004 en el comité general del Icomos. Este organismo elevará su informe como entidad a la Unesco, que podría tomar la decisión final entre marzo y junio de 2004.
Según señaló Mayer, esta declaración tiene un valor simbólico y de reconocimiento, ya que se trata de un patrimonio "que ya goza del máximo grado de conservación y no está en peligro".
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