_
_
_
_
Reportaje:

El viaje de una morsa llamada 'Lolita'

Los artistas suizos Gerda Steiner y Jörg Lenzlinger presentan una instalación sobre la biodiversidad

"Cuando esta morsa fue asesinada todavía había más morsas vivas que coches". Los artistas suizos Gerda Steiner (1967) y Jörg Lenzlinger (1964) han llevado un busto de morsa disecado del Museo Nacional de Ciencias Naturales, de Madrid, a uno de los dos torreones de La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2, www.lacasaencendida.com) para crear la instalación Cómo llegó la morsa a Madrid. La morsa, procedente de Cabo Norte, estaba en el museo desde 1911, en que fue donada por Joaquín Santos-Suárez, y allí la encontraron los dos artistas y la pusieron el nombre de Lolita.

El viaje de Lolita desde el museo a La Casa Encendida se prolonga en una interpretación artística de Gerda Steiner y Jörg Lenzlinger, tras realizar otro lento viaje entre Almería y Madrid, y en otros relatos de viajes imaginarios de la morsa por los escritores Rodrigo Fresán, Rosa Regás, Pilar Campos y Pedro Molina Temboury, que aparecen en el catálogo de la exposición.

"La utilización de la morsa no es una provocación artística, sino que buscamos una conexión entre los elementos de la vida, con animales y plantas, y sus espíritus", declararon ayer los artistas en la presentación de su instalación Cómo llegó la morsa a Madrid. Los dos autores trabajan con las relaciones entre la naturaleza viva y la muerta, en creaciones de espacios fuera de contexto. El carnívero pinnípedo, de cabeza pequeña y redonda, ojos diminutos y largos colmillos está situado como en un altar, con pinturas murales de líquenes, hongos y musgo, rodeado de peceras de agua salada, guantes de mecánico y tiestos con orquídeas y pitas que cuelgan del techo. En el suelo aparecen ramas de almendros y tres trampillas iluminadas llenas de objetos. Los vegetales crecen y el agua salada se convierte en estalactitas en los extremos de los guantes.

Los artistas han permanecido en Madrid desde navidades. Tras encontrar el motivo de su instalación (la morsa), realizaron un viaje entre Almería y Madrid, en un recorrido de trabajo con las gentes y los paisajes. Los materiales que se acumulan en la instalación tienen las más diversas procedencias, como los neumáticos de un coche, las plantas del "jardín de tortura" de El Ejido, del parque natural del Cabo de Gata-Níjar y objetos de las tiendas chinas de Todo a un Euro. Los sonidos también recogen el viaje desde el Ártico hacia el Sur, junto con los coches de Madrid.

Los artistas han interpretado tres lugares de adoración de la morsa, identificados con un conjunto de objetos dispares, donde todo adquiere sentido (una lata de mejillones recuerda la comida de moluscos y crustáceos de las morsas). Según explican los artistas, en Haití la morsa es adorada por traer de vuelta a casa a familiares y amigos perdidos; en Bulgaria es adorada para prevenir el dolor de muelas, y en Marruecos se rinde culto para conseguir dinero y abundancia.

"Es una reflexión sobre la naturaleza adulterada", afirma José Guirao, director de La Casa Encencida, de la Obra Social Caja Madrid. "Es un viaje imaginario", asegura la coordinadora de exposiciones, Rocío Gracia. "La morsa es un animal muy desconocido, que apenas se puede ver vivo, por lo que es posible crear historias y fantasías", declaran los artistas. "Cuando la vimos en el museo nos enamoranos de ella, y nos pedía que la liberarámos. Decidimos entonces sacarla del museo e inventar historias para que tuviera raíces y una historia propia. Es también la celebración de la riqueza y la biodiversidad en el mundo". Los dos artistas suizos van a participar en la próxima Bienal de Venecia con una instalación en una iglesia.

Con esta instalación, La Casa Encendida participa del programa de Suiza en la feria de Arco como país invitado. También presentará Eight, un vídeo de Teresa Hubbard y Alexander Birchler, sobre la lógica narrativa del cine.

Jörg Lenzlinger y Gerda Steiner, ante su instalación <i>Cómo llegó la morsa a Madrid.</i>
Jörg Lenzlinger y Gerda Steiner, ante su instalación Cómo llegó la morsa a Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_