_
_
_
_
LA TRAGEDIA DEL TRANSBORDADOR

El futuro de los aviones orbitales

Pese a que la NASA se ha quedado con sólo tres transbordadores de los cinco construídos (tras la pérdida del Challenger en 1986 y del Columbia ahora), es muy improbable, según los expertos, que se decida la construcción de otro nuevo para completar la flota, pese a que estos vehículos son imprescindibles para culminar la construcción y explotación de la Estación Espacial Internacional (ISS). Este programa sitúa la vida útil de los transbordadores en unos diez años más.

En cuanto al transporte espacial del futuro, todas las miradas y esfuerzos están orientados al desarrollo de nuevos vehículos avanzados. Ambiciosos planes se han puesto ya en marcha y luego cancelados. Así, el proyecto del X-33, un avión espacial concebido por Lockheed Martin por encargo de la NASA para sustituir a los transbordadores, fue suspendido en 2001 tras una inversión de mil millones de dólares. Se quería hacer un avión diez veces más barato que el transbordador actual y capaz de regresar al espacio sólo una semana después de cada vuelo. Pero "la tecnología no ha avanzado todavía hasta el punto de poder desarrollar con éxito un nuevo vehículo reutilizable que mejore sustancialmente la seguridad, la fiabilidad y los costes", comentó Art Stephenson, director del Centro de Vuelos Espaciales Marshall (NASA).

Por supuesto no se ha abandonado el trabajo de concepción y diseño de nuevos sistemas de transporte al espacio, siempre un cuello de botella en esta actividad. Algunos planes son más avanzados (con sistemas de propulsión radicalmente innovadores) y otros resultan más convencionales y realistas de cara a tenerlos listos para ir a la ISS en 2010.

La NASA sabe que hay que desarrollar y probar nuevas tecnologías para la aproximación y despegue de las naves y hacer que estas se enganchen autónomamente a estructuras en órbita, para la crítica reentrada en la atmósfera y un dispositivo de emergencia para que los astronautas abandonen el vehículo en caso de emergencia en el lanzamiento. Seguramente ahora se hará hincapié también en una vía de escape para los astronautas durante la reentrada.

Para cumplir el calendario, estos desarrollos tendrían que estar listos en 2006, de manera que en la segunda mitad de la década se pudieran construir y poner a punto las nuevas naves, informa Space.com. El Congreso de EE UU tendría que aprobar en 2005 un presupuesto adicional de 5.000 millones de dólares. De momento se trabaja en la Iniciativa de Lanzamiento Espacial de la NASA, orientada hacia la creación de un nuevo avión orbital.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_