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AMENAZA DE GUERRA | Bush recibe a Blair

Madrid compara la carta con la declaración Chirac-Schröder

El Gobierno español, a través de su vicepresidente primero, Mariano Rajoy, defendió ayer que la carta firmada el miércoles por José María Aznar y otros ocho líderes europeos "no fractura ni divide" en absoluto la "posición unánime de la Unión Europea, la OTAN y Naciones Unidas" para que el régimen de Sadam Husein cumpla urgentemente la resolución 1.441 de la ONU y se desarme. Rajoy comparó la iniciativa de estos nueve mandatarios con la declaración conjunta que el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, sellaron el día 22 en Versalles al proclamar, como mensaje por la paz, que "la guerra no es inevitable".

"De la misma forma que la reunión de Francia y Alemania [para celebrar 40 años de alianza en el eje París-Berlín] llevó a una posición conjunta de ambos países y nadie dijo que hubiera una división de nada, ha ocurrido ahora", subrayó Rajoy para "restar trascendencia" a una iniciativa muy criticada el jueves en el seno de la Unión Europea.

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Segunda resolución

El Ejecutivo español defiende que no sólo no hay lugar a la discrepancia, sino que España, como el Reino Unido, "trabaja intensamente para intentar que haya una segunda resolución" del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas antes de iniciar una hipotética intervención armada. "El 14 de feberro habrá un nuevo informe de los inspectores, y estamos trabajando para que haya una segunda resolución, aunque jurídicamente, como dijo [Javier] Solana [alto representante de la Política Exterior común de la UE], no es necesaria" y bastaría con la 1.441. La clave, según el ministro portavoz español, es que "todos los países exijan el desarme de Irak". Que todos le dejen claro que ahora tiene más tiempo, pues hasta el día 14 no habrá nuevo informe de los inspectores, y que se abre camino la posibilidad de una segunda resolución de la ONU antes del ataque, pero que "no habrá otra oportunidad". Para entonces, subrayó Rajoy, "es muy importante que se mantenga el mismo acuerdo de la comunidad internacional actual contra el terrorismo y contra las armas de destrucción masiva".

El vicepresidente español negó que su Gabinete sea partidario de la guerra. "Cualquiera que esté en sus cabales es contrario a la guerra, todos estamos en contra de la guerra, y por eso estamos trabajando intensamente por la paz", subrayó. Por eso, dijo que no está "preocupado" por el rotundo rechazo de la opinión pública "española y mundial" a un conflicto bélico, sino que "comparte totalmente esa preocupación".

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