Berlusconi acusa a los jueces de usurpar el poder de los electores en la democracia

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, lanzó ayer un duro alegato contra las "corrientes politizadas de la magistratura", acusándoles de usurpar el poder que en "una democracia liberal corresponde a los electores" y de haberle privado de la inmunidad que le corresponde en virtud de su cargo, como ocurre "en el mundo". Pese a ello, anunció su determinación de "cumplir con mi deber de primer ministro sin traicionar el mandato de mis electores". Dicho en otras palabras, Il Cavaliere no dimitirá ni siquiera en el caso de que el tribunal llegue a condenarle.

"El Gobierno es del pueblo y de quien le representa", añadió Berlusconi, "no de quien ha ganado una oposición y viste la toga". La intervención de Berlusconi, grabada en su villa de Arcore (Milán) y transmitida por televisión en los informativos de primera hora de la tarde de ayer, levantó una gigantesca polvareda política, que es sólo el preludio de la nueva guerra que se prepara entre el poder político y la magistratura.

La aparente calma con la que Il Cavaliere había acogido el martes la sentencia del Supremo que rechazó transferir a otra sede los procesos que se siguen en Milán contra él y contra el ex ministro de Defensa Cesare Previti, era sólo un espejismo. Encerrado en su villa milanesa con sus más estrechos colaboradores, Berlusconi preparaba, en cambio, una respuesta contundente a la magistratura de izquierdas. Después de citar como ejemplo de politización judicial el discurso que pronunciara hace un año el entonces fiscal general de Milán, Francesco Saverio Borrelli, en el que animó a los jueces a "resistir, resistir, resistir", Berlusconi atacó sin nombrarlo al Tribunal Supremo, reo de haber considerado pese a ello imparcial y sereno al tribunal de Milán.

"En una democracia liberal, quien gobierna, por voluntad soberana de los electores, es juzgado -mientras ocupa el cargo- sólo por sus pares, por los elegidos por el pueblo", porque "las leyes de inmunidad y las garantías lo protegen del riesgo de la persecución política por vía judiciaria", dijo. Algo que, subrayó Il Cavaliere, "no sucede en Italia" porque la magistratura de izquierdas "impuso al Parlamento" hace diez años un cambio en la Constitución. Se trata de una alusión a la desaparición de la autorización para proceder judicialmente contra un parlamentario.

Piero Fassino, líder de los Demócratas de Izquierda, principal partido de la coalición de centro-izquierda, mostró su preocupación por el tono "arrogante y amenazador" del primer ministro. "Berlusconi cree estar por encima de las leyes y pretende la impunidad", dijo. Para Francesco Rutelli, portavoz de los centristas de la Margarita, Berlusconi "se equivoca atacando así a la magistratura". El Olivo en su conjunto calificó además de "grave" el uso de la televisión hecho por el primer ministro, que envió un material ya confeccionado para ser emitido por los distintos canales.

Umberto Bossi, líder de la Liga Norte y ministro de las Reformas, advirtió a la oposición de que en el caso, poco probable, de una condena al primer ministro en el proceso SME (la acusación es de corrupción a los jueces que impidieron la venta del grupo alimentario a Carlo de Benedetti), por el que está siendo procesado en Milán, "habría que volver a las urnas" porque, bromeó, "no vamos a poner a un juez al frente del Gobierno". Según Berlusconi, en estos momentos "están en juego los principios de la Constitución y de la división de los poderes, está en juego el funcionamiento de las instituciones que han garantizado al país una sana alternancia de fuerzas diversas a la guía del Estado".

Reforma de la justicia

Todo apunta a que el Ejecutivo italiano procederá ahora a una reforma radical de la justicia, comenzando por la separación de las carreras de juez y de fiscal e incluso con la creación de un "órgano no doméstico", en palabras de Gaetano Pecorella, abogado de Berlusconi y presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, que supervise el funcionamiento de los tribunales.

El portavoz de los senadores de Forza Italia, Renato Schifani, amenazó, por su parte, a los jueces. "Hay documentos que dejan clara la politización de la magistratura y tarde o temprano serán publicados", dijo Schifani.