Los compañeros de cuna más robustos

Que en los hospitales madrileños nacen cada año más bebés con la tez oscura y los ojos rasgados es un hecho conocido. En el hospital Clínico, donde dan a luz casi 3.000 mujeres al año, uno de cada 10 nacidos en 1998 era hijo de padres inmigrantes. Sólo dos años después, esta proporción creció a uno de cada cuatro, y en 2002 los bebés de padres extranjeros ya eran la mitad, un 49,3%.

Lo que no era tan conocido es que los niños españoles se han acostumbrado a compartir cuna con bebés más altos y robustos que ellos. Ésta es una de las conclusiones de una investigación llevada a cabo por Tomás Alonso Ortiz, jefe de sección del servicio de Neonatología del Clínico. "Es cierto que los bebés españoles son más bajos y pesan menos al nacer. Pero esto no tiene importancia para su salud. El tamaño sólo es preocupante en los casos extremos de exceso o falta, y, además, las diferencias desaparecen hacia los cuatro años de edad", explica el autor de la mayor investigación sobre bebés realizada hasta la fecha en España.

"Las extranjeras tienen a sus hijos siendo más jóvenes, mientras que las españolas cada vez dan a luz más tarde"

Alonso Ortiz ha estudiado las historias clínicas de 55.000 niños nacidos en el hospital Clínico en los últimos 30 años. Ha recopilado su talla, su peso y su perímetro craneal. También las semanas que duró el embarazo y características de los padres como la nacionalidad, peso, altura, enfermedades padecidas...

Después ha introducido todos estos datos en un ordenador, los ha comparado de todas las formas posibles y ha sacado sus conclusiones. Algunas pueden parecer más anecdóticas que otra cosa, pero todas tienen una inestimable utilidad médica.

"El peso y la talla de dos bebés pueden ser muy diferentes y, sin embargo, estar los dos muy sanos. Sólo los niños que pesen demasiado o demasiado poco nos preocuparán por su salud. Pero, ¿dónde poner el límite? Este trabajo sirve para hacerlo, ya que estudia decenas de miles de niños y permite compararlos, teniendo en cuenta su etnia, sus padres y otros factores, para detectar los casos preocupantes", continúa el autor.

Un niño español que nazca en la semana 42 de gestación pesa de media -en el Clínico- 3.409 gramos, y mide 50 centímetros. Son 200 gramos y un centímetro menos que los bebés de padres americanos (principalmente ecuatorianos, colombianos y dominicanos) y 400 gramos y dos centímetros menos que los africanos (este grupo incluye a los magrebíes y a los del África subsahariana). Los bebés asiáticos nacen con medio kilo y 2,25 centímetros más, y los de otros países europeos (casi todos de Europa del Este) les sacan a los bebés nacionales casi 800 gramos y tres centímetros más de media. Estas diferencias son similares entre las niñas.

La explicación hay que buscarla en la larguísima lista de factores que influye en el peso del bebé al nacer. Alonso Ortiz decribe hasta 35, divididos en cuatro grandes grupos: los maternos (edad de la madre, embarazos anteriores, talla y peso, consumo de alcohol o tabaco, estabilidad emocional, nutrición, enfermedades, nivel económico, condiciones climáticas...), los uterinos (malformaciones, gemelaridad...), los placentarios y los fetales (sexo, etnia, genes heredados...).

"Las causas son muchas, y algunas quizá no las conocemos. Una sería el mayor consumo de tabaco entre las mujeres españolas. Los hijos de fumadoras nacen más pequeños. Otra razón, aparentemente contradictoria pero real, es que las españolas suelen cuidarse más durante el embarazo: vigilan su alimentación, su peso, etcétera. El consumo elevado de hidratos de carbono, que suele darse entre las latinoamericanas y africanas, hace que los niños nazcan mayores", dice Alonso Ortiz. "Mayores, que no más sanos".

La baja natalidad entre las mujeres madrileñas también influye en el peso de sus retoños. El primer hijo no suele ser muy grande, el segundo ya es algo mayor, y los de más peso y talla suelen ser el tercero y cuarto. Aun así, las madres mayores tienen hijos más pequeños que las jóvenes, lo que también afecta a la media española. "Las extranjeras tienen sus primeros hijos siendo más jóvenes, mientras que las españolas cada vez lo hacen más tarde. La media ya está en los 31 años", añade Alonso Ortiz.

Los bebés madrileños de hoy no sólo son más pequeños que los extranjeros, sino que nacen cada vez menores. El peso medio de los nacidos en la semana 42 de gestación era de 3,68 kilos en 1980. Una década después, el peso se había reducido en 150 gramos y el año pasado fue de 3,44 kilos.

"Tampoco esto es preocupante", asegura el autor del estudio, quien considera que los mismos factores que hacen de los madrileños bebés más pequeños que los extranjeros explican su pérdida de peso con la generación anterior.