Angulema convierte en mito a Hergé, creador de Tintín
Nick Rodwell, director de la Fundación Hergé, dijo en Barcelona hace unas semanas que la entidad que preside conmemoraría en 2003 de manera discreta los 20 años de la muerte del dibujante de Tintín. Los esfuerzos de la fundación, comentó Nick Rodwell entonces, se centrarían en la celebración en 2004 de los 75 años de la aparición de la primera aventura del popular reportero. Pero parece, por lo observado en el Festival del Cómic de Angulema, que ayer abrió sus puertas, que el público francés y belga no está dispuesto a pasar por alto esta efeméride para elevar a la categoría de mito cultural a Hergé.
Multitud de números y suplementos especiales aparecidos estos días en la prensa francesa y belga parecen confirmarlo, abordando desde todos los ángulos posibles la figura de Hergé y su obra. También han aparecido numerosos libros, como Hergé, fils de Tintin, de Benoit Peeters, y hoy, viernes, uno de los debates del festival se centrará en la discusión sobre la herencia de Hergé y la manera de gestionarla.
Existe un polémica viva en la que un sector de tintinólogos y seguidores de Tintín cuestiona la manera como la Fundación Hergé gestiona este patrimonio. Una de sus directrices es limitar al máximo la concesión de licencias de comercialización de productos relacionados con el personaje.
Una calle
Para dar una dimensión oficial al reconocimiento del dibujante, y por encima de cualquier otra consideración, los herederos al trono belga, el príncipe Felipe y la princesa Matilde, inauguraron ayer por la mañana la nueva Rue d'Hergé en Angulema.
Junto a los príncipes, la presencia más especial en el acto fue la de la viuda de Hergé, Fanny Rodwell, que, en contra de lo que suele ser su comportamiento habitual, ha concedido una entrevista a la popular revista de televisión Télérama explicando la naturaleza "cálida y espiritual" de la personalidad de Hergé, a pesar de sus frías maneras externas.
Este estado de euforia tintinera coincide con un momento de bonanza del cómic franco-belga. En Bélgica, en estos momentos, los cómics representan el 50% de la producción editorial de todo el país, y un 80% de sus exportaciones está relacionado con la industria de la historieta. En Francia también consideran que el sector ha salido de la recesión que vivió a mediados de los años noventa. En 2002 han aparecido 1.494 álbumes nuevos, frente a los 1.292 de 2001, al aumentar los géneros y la apuesta por los jóvenes valores.
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