El Banco Mundial ofrece 1.000 millones de dólares a Argentina
El Gobierno elegirá un banco para que negocie el pago de los bonos de deuda
James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, señaló ayer que el organismo está dispuesto a prestarle a Argentina 1.000 millones de dólares para financiar los planes de subsidios a los parados que gestiona el Gobierno de Eduardo Duhalde. El Ministerio de Economía deberá elegir un banco privado para que asesore a Argentina en la renegociación de su deuda en bonos, que asciende a 80.000 millones de dólares.
James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, ofreció ayer a Argentina un nuevo préstamo por 1.000 millones de dólares para financiar los planes de subsidios a parados que ha puesto en marcha el Gobierno del presidente Eduardo Duhalde. El préstamo ofrecido por Wolfensohn se hará efectivo una vez que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) ratifique el acuerdo técnico alcanzado entre sus negociadores y el ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, algo que los analistas ya dan por hecho. El propio mandamás del Fondo, Horst Köhler, anticipó el viernes pasado que firmará dicho convenio.
"Da la impresión de que hay una solución", señaló Wolfensohn en referencia al pacto con el FMI, y añadió que "Argentina se pondrá al día con sus pagos con el Banco Mundial y nosotros moveremos inmediatamente los préstamos que están listos".
El horizonte financiero parece más despejado para Argentina tras haber concluido el acuerdo con el Fondo. Gracias al pacto, el país posterga los pagos pendientes con los organismos multilaterales por un total de 16.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, se reactivan las líneas de crédito que se habían congelado tras la caída en suspensión de pagos con dichos organismos.
Frente de tormenta
Sin embargo, Argentina aún debe sentarse a negociar la deuda que tiene con los particulares poseedores de bonos públicos. Esta deuda, cuyo montante asciende a la friolera de 80.000 millones de dólares, se halla en suspensión de pagos desde el mes de enero de 2002 y los acreedores aún no tienen indicios ciertos de cuándo ni cuánto cobrarán.
Lavagna, consciente de que se le avecina un nuevo frente de tormenta, elegirá en los próximos días un banco privado para que asesore a Argentina en la renegociación del pago de esos bonos. El escenario, en este caso, es mucho más complejo que el que Argentina tiene con los organismos multilaterales, ya que los tenedores de bonos están repartidos por todo el mundo y no tienen una postura común respecto a las condiciones que solicitarán al país en la mesa de negociación.
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