La marea negra alcanza a la reserva de Urdaibai y Guipúzcoa
El fuel del 'Prestige' afecta a más de 20 arenales
El fuel del Prestige alcanzó ayer por primera vez a algunas zonas de la reserva del Urdaibai, en Vizcaya, y a varias playas guipuzcoanas. Por el momento, los daños ecológicos causados a la reserva son "mínimos", según indicó ayer el portavoz del Gobierno y de la comisión de seguimiento del vertido, Josu Jon Imaz. Numerosas playas vizcaínas y guipuzcoanas, acantilados y rocas aparecieron durante la mañana de ayer impregnados de fuel en forma de galletas de 5 a 10 centímetros de diámetro en lo que constituye el segundo impacto y el más importante de la marea negra.
La primera oleada que sufrió el litoral vasco se produjo el 4 de diciembre. Según los expertos, los últimos vertidos no proceden de la gran mancha detectada en el Golfo de Vizcaya. La hipótesis más probable es que formen parte del impacto de diciembre, cuyos restos vuelven una y otra vez al mar debido a la marejada, y de un reguero procedente de una mancha ubicada cerca de Santoña y Castro Urdiales, en Cantabria.
En previsión de que la situación se complique y ante la amenaza del combustible que sigue a la deriva, el Gobierno ha levantado las barreras oceánicas en las entradas a las rías de mayor valor ecológico. Sin embargo, Imaz advirtió que este dispositivo no garantiza plenamente que no entre más fuel en los estuarios. "Las barreras se colocan de tal manera que si vienen muy mal dadas es inevitable sacrificar una zona, la de menor valor ecológico, para derivar el combustible y salvar el resto", explicó el portavoz.
Las playas de Laida, Laga y la zona de San Antonio son las partes más afectadas dentro de la reserva del Urdaibai, donde incluso se han encontrado algunas aves muertas. El petróleo ha alcanzado otros arenales de Vizcaya que ya habían sufrido los efectos del fuel en la primera oleada, como las de Sopelana, La Salvaje, Aizkorri y La Arena. En la costa guipuzcoana, las playas de Zumaia, Zarautz, Ondarreta y Zurriola, entre otras, amanecieron con restos de fuel. Las rocas del Monte Igueldo también fueron salpicadas por el fuel.
Precisamente, el Aquarium de San Sebastián dejó ayer de recoger agua del mar para surtir su oceanario tras conocer la llegada de pequeñas galletas de fuel a la playa de Ondarreta. Las bombas que captan el agua dejarán de funcionar por lo menos hasta el próximo lunes y dependiendo de la evolución se volverá a coger o no El Aquarium cuenta con varios filtros que impiden la entrada de fuel a sus instalaciones.
Cercanía de la mancha
Las previsiones metereológicas indican que la gran mancha de fuel se irá acercando de manera progresiva a la costa vasca, aunque es probable que no llegue a impactar, según Josu Jon Imaz. Es posible que, a partir del lunes, cuando el viento cambie de dirección, esta lámina de combustible se aleje de la comunidad autónoma para orientarse hacia las playas de Las Landas, en Francia.
Por el momento, los puntos afectados están siendo despejados por los servicios de limpieza de las diputaciones de Vizcaya y de Guipúzcoa. El portavoz aseguró que, por ahora, no se necesitan voluntarios. Si la marea se vuelve más intensa, el Gobierno podría activar en menos de 24 horas un dispositivo que cuenta con cerca de 1.500 profesionales.
Desde que comenzó la crisis, un total de siete barcos vigilan de manera constante las aguas de la costa de Euskadi en busca de manchas. A esta fuerza marítima se suma un helicóptero de la Ertzaintza y varios de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que ayer descubrieron nuevas láminas. Embarcaciones de bajura amarradas en diferentes puertos vascos también participan en la recogida del fuel en alta mar, lo que resulta vital para reducir los daños de los futuros impactos en la costa.
Por otra parte, la Diputación de Vizcaya estudia personarse en las causas judiciales abiertas contra los responsables de la marea negra, al igual que lo hará el Gobierno. El objetivo es recuperar el dinero que está invirtiendo en la limpieza de sus playas. La Diputación ha gastado en un mes alrededor de 213.000 euros, que se suman a los 6 millones que ya lleva desembolsados el Ejecutivo. Lo más probable, según responsables forales, es que la Diputación de Vizcaya se presente en las causas judiciales en solitario y por separado del Gobierno de Vitoria.
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