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La Comunidad cuenta con 6.000 bancos, 2.700 farmacias y 180 bibliotecas públicas

43 pueblos carecen de una entidad de ahorro donde los vecinos puedan retirar dinero

Oriol Güell

Madrid, una de las regiones más desarrolladas de España, cuenta con 43 municipios en los que no existe ni una oficina bancaria. Sus vecinos (unas 12.000 personas) tienen que coger el coche o el transporte público para retirar fondos bancarios, pagar un recibo o cobrar la pensión. Tener siempre unos ahorros en casa y planificar mejor la economía doméstica es la única solución para hacer más llevadera esta incomodidad. Los propietarios de los comercios de estas localidades también se quejan. Cuando la farmacéutica de Anchuelo se queda sin cambio, tiene que cerrar el negocio para ir a buscar calderilla. En la Comunidad hay 6.060 bancos, pero sólo 2.700 farmacias y 180 bibliotecas.

La región tiene 6.060 oficinas bancarias distribuidas por 136 municipios. En cambio, 43 pueblos carecen de banco. De todas formas, el número de bancos duplica con creces al de farmacias (2.684) y multiplica por 34 el de bibliotecas (180). Pero los bancos están peor distribuidos. Mientras en los pueblos de más de 500 habitantes hay farmacia y muchos ayuntamientos mantienen una pequeña biblioteca municipal, las entidades financieras prefieren no estar presentes en los pequeños pueblos.

"Somos pocos y nada ricos, así que a los bancos no les sale a cuenta", se lamenta José María Henche, alcalde de Batres, del PP. El Anuario estadístico de la Comunidad dice que Batres tenía 920 habitantes en 2001, pero Henche asegura que ahora ya son casi 1.300. A falta de oficina, el primer edil de Batres sueña con que "alguna entidad ponga un cajero automático". "Se lo hemos propuesto al Banesto de El Álamo y a la Caja Madrid de Arroyomolinos, pero no lo hemos logrado", explica Henche. Hasta entonces, el único policía local deberá dedicar parte de su jornada a ir a buscar dinero o hacer los ingresos de las cuentas municipales a El Álamo.

Algunos pueblos utilizan fórmulas originales para mantenerse en contacto con sus ahorros. Es el caso de Venturada (919 habitantes) y Cabanillas de la Sierra (473 vecinos). No tienen banco, pero sí un corresponsal, una persona que va y viene de la oficina del Banco Popular de La Cabrera, a seis kilómetros.

Cosecha de trigo

"Yo me ocupo de traer las pensiones a los mayores, de ayudarles para negociar un crédito o de arreglar el cobro de talones", explica Francisco Mardones. Tiene 63 años y está prejubilado, pero sigue con un oficio que empezó en 1961. "Ahora ya sólo ayudo a unas 25 familias, casi todas gente mayor. Cuando empecé, el banco más próximo estaba en Madrid, a 55 kilómetros. Los vecinos cobraban la cosecha de trigo por el banco y yo me encargaba de traérsela", recuerda Mardones.

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Andrés Olmos tiene 70 años y ha vivido siempre en Mangirón, uno de los tres núcleos del Ayuntamiento de Puentes Viejas. Mangirón tiene 80 vecinos y en todo el término viven 407 personas. "Cuando se me acaba el dinero, busco a algún amigo con coche para que me lleve a Buitrago, que está a siete kilómetros". Olmos tiene cinco nietos que viven en Madrid, y para darles el aguinaldo en navidades tuvo que programarlo unos días antes. "Siempre tienes que pensar el dinero que vas a necesitar una semana antes", añade.

La ausencia de una oficina bancaria también es incómoda para los escasos negocios que hay en los pueblos pequeños. María Isabel López, propietaria de la única farmacia de Anchuelo (579 habitantes), siempre intenta "tener cambio, porque si te quedas sin monedas, trabajas mal todo el día o tienes que cerrar la farmacia para ir a Santorcaz".

La Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) considera "lamentable" que 12.000 madrileños vivan en pueblos sin banco. "Vivimos en una sociedad donde los servicios bancarios son imprescindibles. No es de recibo que los bancos sólo piensen en la sociedad para lucrarse y dejen sin servicio a los pueblos. Lo de las cajas es peor, porque se olvidan de su función social".

Valverde lleva cinco años sin caja

Casi todos los 43 pueblos sin oficina bancaria de la región nunca la han tenido. Sin embargo, Valverde de Alcalá, un pequeño pueblo del Corredor del Henares de 309 habitantes, la tenía, pero la perdió. Fue en febrero de 1998 cuando Caja Madrid decidió cerrar su oficina en el pueblo "por su baja capacidad". El cierre molestó mucho a los vecinos, sobre todo a los 65 jubilados del pueblo. De ello hace casi cinco años y "el pueblo aún no se ha acostumbrado a ello", se queja el alcalde, Gregorio Machicado, del PSOE. "Para cobrar su pensión, los jubilados tienen que ir a Torres de la Alameda, que está a seis kilómetros, sin que haya línea de autobús", añade el primer edil de Valverde. Cuando cerró su oficina en el pueblo, Caja Madrid aseguró al alcalde que una oficina móvil (un autobús equipado como una oficina) acudiría una vez a la semana al pueblo. "Viene muy poco y, cuando lo hace, está casi siempre estropeada", critica Machicado.Mirando el mapa de la región, resulta difícil encontrar la lógica que rige la política de las entidades financieras a la hora de determinar dónde abren una oficina. Los cinco mayores pueblos sin banco son Batres, Venturada, Colmenar del Arroyo, Casarrubuelos y Fresno de Torote. Todos ellos están muy cerca del millar de habitantes, mientras hay ocho pueblos de menos de 500 habitantes que sí tienen uno, según el último Anuario estadístico de la Comunidad, con datos de 2001.Pozuelo del Rey, con sólo 181 vecinos, es la localidad más pequeña con entidad bancaria propia. También la tienen Rozas de Puerto Real (273 vecinos) y Garganta de los Montes (317). Lozoya, con 459 habitantes y tres bancos, y Lozoyuela, 680 y dos, son los pueblos mejor dotados con entidades financieras en su término municipal.Las desigualdades también se repiten entre las localidades con más de 10.000 habitantes. Parla y Galapagar son las dos que tienen menos bancos en relación a su población. Parla tiene 77.157 habitantes y 40 entidades financieras, lo que significa que cada banco atiende a 1.929 vecinos. Galapagar, con 23.693 vecinos y 11 bancos, está peor dotada: un banco por cada 2.154 vecinos.Majadahonda y Tres Cantos son el caso contrario: las ciudades con más bancos por habitante. Majadahonda tiene 49.137 vecinos y 85 bancos, uno por cada 578 vecinos, mientras que en Tres Cantos hay un banco o caja por cada 631 vecinos.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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