La OMS calcula 500.000 heridos iraquíes si hay guerra

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, de producirse una guerra en Irak, medio millón de iraquíes podrían resultar heridos, 100.000 a consecuencia directa del conflicto y 400.000 por la crisis de abastecimiento tras el colapso del Gobierno. El documento, que lleva la mención "estrictamente confidencial", es parte de los preparativos que las agencias de la ONU llevan meses desplegando muy discretamente en caso de ataque.

Una copia editada del informe apareció ayer en la página web de una asociación pacifista británica. Naciones Unidas confirmó su autenticidad. El organismo internacional se encuentra en una postura muy delicada: por un lado debe prepararse para una posible crisis humanitaria, pero por otro tampoco puede dar la impresión que de la guerra es inevitable y el trabajo de sus propios inspectores de armas, superfluo.

"Presentando este informe no pensamos que la situación sea inevitable. Sin embargo, con el propósito de organizarnos, hemos tenido en cuenta ciertos datos en el caso de que ocurra un ataque", empieza diciendo el documento elaborado por la OMS.

El informe prevé que una intervención militar empezará sin duda con un bombardeo masivo de las instalaciones eléctricas y las comunicaciones, paralizando completamente el país. "Los resultados serán sin duda devastadores", dice la ONU. Además del medio millón de heridos, la guerra provocará un grave problema de refugiados; se estima que unos 900.000 iraquíes podrían huir del país.

El diario árabe con base en Londres Al Hayat aseguraba hace unas semanas que Siria ya se estaba preparando para esta eventualidad. Otros dos millones de personas podrían huir de sus casas pero permanecer dentro de las fronteras iraquíes, según Naciones Unidas. La ONU prevé que entre 4,5 y 9,5 millones de iraquíes (de un total de 26 millones de habitantes) necesitarán asistencia humanitaria básica en los primeros días de la guerra.

Se estima que las poblaciones del centro y del sur de Irak dependen en un 60% de la ayuda que le proporciona la ONU a través del programa petróleo por alimentos. En caso de guerra, el sistema colapsará. Muchas organizaciones humanitarias y la propia ONU han elaborado planes de contingencia para evitar que se produzca una crisis grave y millones de personas se queden sin recursos.

Tras 11 años de penurias, la situación, subrayan estas agencias, es mucho peor que durante la guerra del Golfo. Unicef está preparando ayuda médica de urgencia para 900.000 personas, la organización Care, una de las que tiene mayor presencia en Irak, ha hecho reservas de agua potable. "Estamos muy preocupados", comentaba el mes pasado George Rupp, presidente del Comité Internacional de Refugiados, "cientos de miles de civiles inocentes, la mayoría mujeres y niños, pueden enfrentarse al hambre si deben huir de un ataque militar. Debemos estar listos para ayudarles".