La fiscalía de Israel investiga a Sharon por soborno, fraude y engaño a las autoridades
El primer ministro y sus hijos recibieron 1,5 millones de euros de un ciudadano surafricano
Las investigaciones policiales que pretenden aclarar los diversos casos de corrupción y fraude que salpican al Likud podrían llegar a implicar al propio primer ministro, Ariel Sharon. La oficina del fiscal general del Estado dirigió ayer una petición formal al Ministerio de Justicia de Suráfrica para determinar el origen de una transferencia con la que Sharon pagó el crédito con el que financió su candidatura a las elecciones internas del Likud de 1999. Sus dos hijos, Omri y Gilad, se encuentran igualmente bajo sospecha de haber participado en esta operación de supuesta financiación ilegal del partido.
La Fiscalía General asegura en su escrito a Suráfrica que Sharon es sospechoso de recibir sobornos, de cometer fraude y engañar a las autoridades, según Haaretz. Preocupado por el daño electoral que le puede causar el destape de nuevos casos de corrupción que se ciernen sobre él mismo y sus dos hijos, Ariel Sharon dio una doble orden al fiscal general del Estado, Elyakim Rubinstein. Por un lado, el primer ministro israelí pidió a Rubinstein que investigue todo lo relacionado con su supuesta financiación ilegal del partido. Y por otro, que identifique a las fuentes que filtraron la información al diario Haaretz, que en su edición de hoy describe el contenido de la investigación policial con pelos y señales.
Según un informe del Tribunal de Cuentas fechado a principios de octubre del 2001, Ariel Sharon y su hijo Omri fueron objeto de una investigación de la unidad antifraude de la Policía Nacional, por haber utilizado varias empresas tapadera para efectuar pagos en relación con las elecciones internas celebradas en mayo de 1999, en las que Sharon no logró desbancar a Benjamín Netanyahu al frente del Likud. Sharon alcanzaría la presidencia del Likud unos meses después cuando Netanyahu dimitió salpicado por varios escándalos. Entre las empresas en cuestión destacaba la sociedad Annex Research -creada por el que entonces era abogado personal suyo y hoy es jefe de gabinete del primer ministro, Dov Weisglass- que efectuó pagos a otras personas físicas y jurídicas que participaron en la campaña interna de apoyo a Sharon, por valor de 5,9 millones de shequels (1,25 millones de euros).
Devolución del préstamo
A pesar de que inicialmente no había violado la legislación electoral o penal, sino solamente la normativa interna de su partido, el Tribunal de Cuentas pidió a Sharon que devolviera 4,7 millones de shequels a la sociedad en cuestión. El ya primer ministro solicitó un crédito de 4,2 millones de shequels al Banco Leumi, el primer banco comercial en Israel, pues ya había devuelto medio millón a través de un cheque. Fue entonces su hijo menor, Gilad, el encargado de hacer la gestión financiera, que avaló mediante la hipoteca del rancho de la familia Sharon tiene en el Neguev.
Pero al procesar el aval, según Haaretz, el banco se dio cuenta de que la hipoteca del rancho no era válida, dado que estaba construido en terrenos públicos, pertenecientes al Estado, por lo que demandó bien un nuevo aval o la devolución del crédito. Así las cosas, Gilad fue capaz de hacer frente al crédito concedido por el Leumi a través de otra cantidad superior, de 1,5 millones de euros, que los dos hermanos Sharon habían recibido a través de una cuenta conjunta en el Banco Discount.
Según la investigación, esta cantidad fue transferida por un ciudadano surafricano, Cyril Kern, desde un banco austriaco y a través de una sucursal de la JP Morgan domiciliada en Nueva York. Esto levantó las sospechas de los agentes de la unidad antifraude de la policía, que se presentaron en el rancho de los Sharon para aclarar el origen del dinero, ante lo que el primer ministro respondió con evasivas y Omri optó por el silencio.
Otro indicio que guió la investigación, según las informaciones publicadas por Haaretz, fue la reticencia inicial de Gilad a firmar un recibo confirmando la recepción de la transferencia, tal como obliga la normativa contra el blanqueo de dinero. El hecho de que luego declararan a los agentes antifraude que habían cubierto el crédito recibido de Leumi con la hipoteca del rancho, sin mencionar en ningún momento el uso de la donación o préstamo recibido, ha colocado a los tres Sharon bajo sospecha de ocultación de información ante las autoridades, así como de fraude y aceptación de sobornos de parte del tal Cyril Kern.
No obstante, habrá que esperar a que concluya la investigación del fiscal general del Estado, que ya ha solicitado toda la información necesaria al Ministerio de Justicia de la República de Suráfrica.
Entretanto, un asesor del primer ministro, Eyal Arad, admitió durante una conferencia de prensa celebrada en Tel Aviv, que Sharon recibió el dinero en cuestión, aunque afirmó que en ningún momento supuso una ilegalidad, dado que se trató de un préstamo que luego devolvió el mes pasado. Arad calificó las acusaciones de financiación ilegal de "serie de mentiras y desinformaciones con el único objetivo de desbancar al primer ministro".
Los negocios de Omri
Con sólo 38 años, Omri Sharon se ha convertido en una de las personas más influyentes de Israel, tanto dentro del Likud como tras los bastidores del Gobierno. Al margen de las acusaciones de fraude electoral y financiación ilegal del partido que penden sobre él, y que están siendo investigadas por la policía, Omri ha jugado un papel crucial, tanto a nivel empresarial como político, incluso antes de que su padre se convirtiera en primer ministro. La necesidad de legitimidad democrática hizo que el joven Sharon decidiera recientemente salir a la luz pública, dejando su tradicional puesto en la sombra, convirtiéndose en candidato a diputado y obteniendo la plaza 27 en las pasadas primarias del 8 de diciembre, lo que prácticamente le asegura el escaño.Sin una profesión definida, Omri se presenta a sí mismo como "hombre de negocios". Y como tal se convirtió en representante de las inversiones hechas por empresarios israelíes en negocios conjuntos con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), entre los que destaca el Casino de Jericó, que hasta que comenzara la Intifada era el negocio más floreciente de los territorios ocupados y que más empleos creaba. Asimismo, hasta hace poco Omri representaba a los socios israelíes de la empresa de telefonía móvil Jawal, que es la contraparte palestina del operador GSM israelí Orange. Lo que demuestra cómo en este ámbito del nepotismo, Israel, la única democracia de Oriente Próximo, se ha contagiado de la misma enfermedad que padecen la mayoría de sus países vecinos.Tanto en el ámbito empresarial como en el político, la figura de Omri siempre ha aparecido vinculada a la de uno de los personajes palestinos más siniestros, Mohamed Rashid, definido en varias ocasiones por Yasir Arafat como su "asesor económico y financiero". Además de haber sido el principal socio de Omri en las empresas mencionadas y haber gestionado durante años los monopolios de la ANP (cementos, hidrocarburos, tabacos y alcoholes), Rashid fue el intermediario utilizado por Arafat para comunicarse con Sharon, que a su vez utilizaba a Omri. Además de organizar varias reuniones secretas entre Arafat y Omri, Rashid dirigió las negociaciones que hicieron posible el fin del asedio a la Basílica de la Natividad y la retirada del Ejército israelí de la Mukata de Ramala, ocurridas a principios del pasado mes de mayo.
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