Un vertido mata las populares carpas del río Onyar a su paso por Girona

Parecían inmunes a la suciedad y a la escasez de agua, pero un vertido tóxico acabó ayer con las populares y orondas carpas del río Onyar a su paso por Girona. Los peces, que constituyen una atracción turística y se han convertido en un signo de identidad de la ciudad, aparecieron ayer flotando sin vida en algunas de las zonas más céntricas del curso del río, como en el tramo del Pont de Pedra.

Los Mossos d'Esquadra informaron de que el vertido se originó probablemente en el núcleo de La Creueta, en la entrada este de la ciudad, y siguió el curso del río Onyar hasta su desembocadura en el Ter. También en el río Ter, a la altura del barrio del Pont Major, se detectaron ayer rastros del vertido, apreciable a simple vista por las manchas de espuma que deja a su paso.

Los Mossos d'Esquadra tomaron ayer muestras de las aguas para intentar determinar la composición de la substancia tóxica e intentar aclarar el origen. Las manchas de espuma permiten suponer que se trata de algún tipo de detergente.

En la zona del centro de la ciudad, donde el río Onyar tiene estos días menos caudal del habitual, ayer eran visibles centenares de peces muertos. No obstante, según fuentes de la policía autonómica, también en otros tramos del Onyar y el Ter, el vertido originó la muerte de cientos de peces.

Entre los escasos curiosos que ayer contemplaban desde la ribera los efectos del vertido tóxico se especulaba con la posibilidad de que se tratara de una gamberrada propia de la celebración del año nuevo, en el sentido de que alguien hubiera intentado llenar de espuma las aguas del río a su paso por Girona. Sin embargo, tampoco descartaban la posibilidad, más verosímil, de que se trate de un vertido industrial.