Metro Bilbao tendrá un mediador para casos de acoso y discriminación sexual
Las mujeres representan el 18% de los 569 trabajadores de la empresa.- Los mediadores se comprometerán a analizar las denuncias y buscar soluciones
Metro Bilbao será la primera empresa vasca en incorporar la figura del mediador para resolver los casos de acoso y discriminación sexual que se produzcan entre sus trabajadores. La dirección de la compañía del suburbano está dando los últimos retoques a esta iniciativa, con la intención de ponerla en marcha durante el primer trimestre del próximo año.
En principio, un hombre y una mujer elegidos por los propios trabajadores se encargarán de desarrollar el cometido con la máxima confidencialidad.
La empresa pública que gestiona el metro bilbaíno, dependiente del Gobierno vasco y de la Diputación de Vizcaya, es una de las seis de Euskadi que cuenta con el reconocimiento del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde por aplicar un plan de igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. Sin embargo, ninguna de las otras compañías ha avanzado tanto como Metro Bilbao al introducir una figura inédita en Euskadi y prácticamente desconocida en el resto de España.
La responsable de llevar a cabo este programa y directora de Administración y Finanzas de Metro Bilbao, María Asunción Belamendia, explica que la existencia de un mediador permitirá a los trabajadores de la empresa disponer de una persona de referencia a quien dirigirse en el caso de sufrir o conocer algún supuesto de discriminación, lo que evitará dilaciones y recurrir a diferentes instancias.
En la actualidad, la plantilla de Metro Bilbao está compuesta por 569 personas, de las que un 18% son mujeres y el resto hombres. En los puestos directivos la proporción también es mayoritariamente masculina: un gerente y tres directores frente a una mujer, María Asunción Belamendia.
Antes de crear esta novedosa figura, la empresa ha realizado prospecciones internas con trabajadores y sindicatos para conocer su disposición. Belamendia explica que el equipo formado por una empleada y un empleado, a quienes indistintamente se podrían dirigir los trabajadores de la empresa para poner de manifiesto cualquier actitud sexista o de acoso sexual, asumirán el compromiso de analizar y tratar de solucionar la situación denunciada. "Nos hemos fijado en otros modelos, en concreto en uno de Bélgica, para adaptar alguna de sus características a nuestras peculiaridades. Buscamos personas que ofrezcan confianza a los trabajadores. Puede ser desde una jefa de estación hasta un operario".
Belamendia recuerda que la dirección de Metro Bilbao acordó en octubre del año 2000 aplicar el Programa Óptima, de Emakunde, destinado a erradicar la discriminación y que comprende varios apartados. Para ello, lo primero que hicieron fue un análisis de la plantilla, desglosada entre hombres y mujeres, edad, puestos de trabajo y niveles retributivos.
Igualdad de acceso
"Se fijaron los criterios para que no haya ninguna traba para acceder a un determinado puesto de trabajo dentro de la empresa por la condición de hombre o mujer", indica Belamendia. Pero hay ocasiones en las que la realidad se ha impuesto a los deseos de la empresa. Cuando han aumentado la plantilla y han recurrido a la Formación Profesional han tropezado con que en algunas especialidades, como las relacionadas con mecánica, electrónica y electricidad, escasean las mujeres.
A continuación, resolvieron cómo debía ser el uniforme para las embarazadas. En tercer lugar, analizaron los diferentes equipos de trabajo que se forman dentro de la empresa, para que existiera una representación equitativa de mujeres y hombres. Por otra parte, las empresas que se relacionan con Metro Bilbao, como la concesionaria de la publicidad en las estaciones, también tiene una serie de obligaciones, como obviar cualquier tipo de mensaje publicitario de corte machista, detalla Belamendia.
La conciliación de la vida familiar y profesional ha sido otra de las cuestiones que han centrado la atención de la compañía. "El objetivo es que no se pongan pegas a los hombres cuando existan solicitudes para excedencias o permisos por cuidar de los hijos", apunta la directora de Administración y Finanzas. Y el último peldaño ha sido constituir la figura del mediador.
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