El Año del Diseño 2003 arranca con una mirada al grafismo catalán más marginal

El año del diseño. El año de casi todo. Banderolas con este lema podrán verse dentro de poco en toda Barcelona, la ciudad que aglutina la mayoría de actos del Año del Diseño, oficialmente declarado en 2003, con una previsión de más de 200 actividades y un presupuesto que, sumando todas las aportaciones, superará los seis millones de euros. Este año se insistirá en su importancia estratégica de cara a la competitividad empresarial, pero tampoco faltarán exposiciones que abundan en su carácter creativo y transgresor. Gráficas ocultas, que se inaugura el día 2, abre el año con el diseño más marginal.

"Explote la libertad de moldear su trabajo como hermosos experimentos, repeticiones, intentos, pruebas y errores. Mire las cosas con una perspectiva amplia, y permítase a usted mismo el placer de fracasar un poco cada día", sentencia el diseñador canadiense Bruce Mau en su Manifiesto incompleto para el crecimiento (www.brucemaudesign.com). No es extraño que aparezca citado en varias ocasiones en el texto del catálogo de la exposición Gráficas ocultas, que se presenta en la capilla del Convent dels Àngels de Barcelona hasta el 2 de marzo, porque son precisamente la experimentación y el error la base de muchos de los trabajos que se presentan en esta exibición que recoge una selección de aquellos diseños gráficos que han tenido una vida corta y, tal como indica el título, oculta.

"Nuestra intención es redescubrir una serie de piezas que habían pasado inadvertidas porque tuvieron una vida efímera, como puedan ser carteles y flyers para eventos concretos o revistas de pequeños colectivos, siempre y cuando tuvieran un cierto interés gráfico", señala Óscar Martínez, comisario, junto con Jaume Pujagut, de la exposición. Se exhiben cerca de 500 piezas seleccionadas entre unas 2.000 que abarcan parte de lo más interesante realizado en Cataluña entre 1965 y 2002 dejando aparte los productos de interés comercial, corporativo o publicitario.

Crear tendencia

Esta exclusión es lo que hace que los autores de estas obras, algunos conocidos y otros anónimos, se hayan permitido un mayor margen de experimentación y creatividad, indica Óscar Martínez. Desde el brutalismo tipográfico a la utilización de los errores de impresión pasando por el feísmo, la psicodelia o la versión irónica de otros diseños, la gráfica marginal se caracteriza por su bajo presupuesto, su urgencia por responder a una necesidad concreta de comunicación y por contar con un destinatario casi siempre minoritario y, muchas veces, iniciado en relación con lo que se pretende comunicar. "Aunque hayan tenido una circulación limitada, muchas veces estas piezas han influido en otros que los han aplicado en trabajos más comerciales con lo que han creado tendencia", indica Martínez.

"Otro de los objetivos del evento es patrimonializar el diseño gráfico porque es alarmante la escasez de colecciones sobre este tema, lo que dificulta que podamos recuperar la historia a medio plazo", añade Martínez, que indica que las piezas exhibidas pasarán a engrosar la colección del fondo de la Fundación Comunicación Gráfica, entidad que pretende impulsar un museo de diseño gráfico en Barcelona que podría sumarse al gran museo del diseño que proyecta el Ayuntamiento de Barcelona.

De hecho, Gráficas ocultas abrirá el Año del Diseño casi por casualidad. El proyecto es anterior a la declaración del evento, ya que se enmarca en el ciclo de exibiciones dedicadas a revisar la cultura catalana marginal que realiza el centro KRTU, que depende del Departamento de Cultura de la Generalitat. Finalmente, se decidió atrasarla para hacerla coincidir con el Año del Diseño, que oficialmente comenzará el 14 de marzo.

La razón de esta declaración es que en 2003 se cumple el centenario del Fomento de las Artes Decorativas (FAD), entidad pionera en el impulso del diseño y la arquitectura y que actualmente está presidida por Juli Capella. También suma el que este año estaba prevista la celebración de la tradicional Primavera del Diseño y el proyecto antes citado del Museo del Diseño, que se construirá en la zona de la plaza de las Glòries de Barcelona.

Promovido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona -que aportan 690.000 euros cada uno al presupuesto general- el objetivo principal del evento "es promocionar España, Cataluña y Barcelona como plataformas de diseño", según indica Joan Vinyets, comisario del evento. "Pretendemos borrar la imagen frívola del diseño y mostrar que es algo útil, que ayuda a mejorar la calidad de vida, que tiene una función social importante y que es fundamental en la competitividad de las empresas", añade. Exposiciones, congresos, ferias especializadas, premios, itinerarios, festivales, publicaciones y actividades lúdicas se sucederán a lo largo del próximo año en lo que promete ser una avalancha de diseño. "Nos interesa mucho incidir en los jóvenes y por eso se ha elaborado un programa pedagógico específico", añade Vinyets, para quien el fin último del evento es extender "la promoción de la creatividad y la invención en toda la sociedad".

El programa del Año del Diseño aún no está completo -puede consultarse en catalán, castellano e inglés en la web www.anydisseny2003.org- ya que se espera que se vayan sumando nuevas iniciativas. Con todo, entre las muchas propuestas anunciadas hasta ahora destacan dos, con fecha aún por determinar, consistentes en proyectar de forma experimental viviendas de emergencia para acoger de forma provisional a quien lo necesita -bautizado con el nombre Barraca Barcelona- y en un concurso abierto para diseñar una bicicleta Barcelona.