Chávez declara que ha derrotado al paro petrolero mientras la oposición mantiene las manifestaciones

Las manifestaciones opositoras prosiguen, mientras el presidente venezolano, Hugo Chávez, condecora a los trabajadores que batallan contra la paralización del sector petrolero y ayer se aprestaba a recibir, con alharaca, al buque cisterna Amazonian Explorer, despachado por el Gobierno de Brasil con 525.000 barriles de gasolina sin plomo. El objetivo es desmoralizar al contrario.

La negociación dirigida por la Organización de Estados Americanos (OEA) discurre mortecina, sin logros sustantivos. El petrolero de Petrobras llegó a las costas de Puerto La Cruz, a 220 kilómetros de Caracas, la capital de un país sumido en la arenga, la escasez de combustible, las colas y una descalificación del rival tan tajante que no permite avizorar una pronta solución pacífica. Las partes conversan sin negociar la eventual salida electoral, el nudo gordiano de la crisis. Hace falta "voluntad política", declaró el secretario general de la OEA, César Gaviria.

El ex presidente de Colombia, que tiene previsto viajar a Venezuela el 2 de enero, admitió que mientras la prioridad del Gobierno sea reventar la huelga y la de la oposición, ampliarla, poco se conseguirá. Los negociadores conciliaron la mayoría de los 24 puntos a debate, entre ellos el desarme de la población, la renovación del Consejo Nacional Electoral o la creación de una Comisión de la Verdad que investigue la matanza del 12 de abril, que derrocó a Chávez durante 47 horas. "Sin un acuerdo, los parciales apenas tienen un valor relativo", admitió Gaviria.

Chávez no quiere adelantar las elecciones generales, y la oposición, que exige su celebración durante el primer trimestre del año próximo, se prepara ahora para el referéndum consultivo del 2 de febrero, establecido en la Constitución. Sus términos no han sido aceptados por el oficialismo.

El gobernante bolivariano declaró haber derrotado al paro petrolero, la principal baza opositora. Los gerentes en huelga lo niegan, asegurando que los avances oficiales en Petróleos de Venezuela (PVDSA) no son sino "paños calientes", manotazos de ahogado incapaces de revertir el bloqueo de las principales instalaciones de la estatal. El presidente de la Confederación de Trabajadores, Carlos Ortega, llamó a la desobediencia civil. "¡Ni un paso atrás!", proclaman unos y otros.