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Rato abandona el déficit cero para este año y culpa a las comunidades autónomas

El saldo negativo será del 0,2% del PIB, debido también a la desaceleración económica

Fernando Gualdoni

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, reconoció ayer que este año no habrá equilibrio presupuestario, sino un déficit del 0,2% del PIB, equivalente a 1.376 millones de euros. Rato achacó este resultado al hecho de que las comunidades autónomas registrarán un saldo negativo del 0,5%, a pesar de que este año han recibido 1.800 millones de euros adicionales por la nueva financiación autonómica. Rato también atribuyó el déficit a la desaceleración económica y precisó que la catástrofe del Prestige no afectará a la evolución de las cuentas públicas.

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La explicación del ministro de Economía ayer, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó la revisión del Programa de Estabilidad 2002-2006, fue clara. Fácilmente, y sin atisbo de duda, Rato explicó que el déficit se debió a una simple suma y resta. Por un lado, se registró un superávit del 0,2% por parte de las Administraciones Centrales (Estado y Seguridad Social), mientras que, por el otro, ha habido, según datos provisionales, un déficit del 0,4% de las Administraciones Territoriales (comunidades autónomas y ayuntamientos). Resultado: déficit del 0,2% y el equilibrio presupuestario queda para otro año.

Rato destacó que las administraciones territoriales registrarán el mismo déficit que en 2001, pese a que los gobiernos regionales han recibido 1.800 millones de euros adicionales por el acuerdo de financiación autonómica que entró en vigor este año. No obstante, quiso dejar bien claro que sus comentarios no se podían "plantear como una crítica". "Además, no se puede decir genéricamente de todas [las comunidades] y, por lo tanto, no estoy haciendo una crítica, pero sí dando una previsión que no puedo confirmar en estos momentos". Rato agregó que en 2003 las comunidades deberán aplicar "de manera efectiva" la Ley de Estabilidad Presupuestaria (que obliga a todas las administraciones a no gastar más de lo que ingresan).

Sanidad y educación

En lo que Rato no ahondó fue en el hecho de que esos 1.800 millones extra que las autonomías recibieron de más a partir de este año han sido como resultado de las transferencias de la gestión de los presupuestos de sanidad y educación, fundamentalmente. Ambas partidas de gastos son las más difíciles de controlar y suponen casi la mitad del gasto público. Mientras el Gobierno central las gestionó, tampoco logró el equilibrio presupuestario.

El titular de Economía señaló que el retraso de un año en la consecución del superávit también se debe a la "indudable" desaceleración registrada por la economía internacional y española en los dos últimos años. A pesar del resultado de 2002, el Gobierno prevé alcanzar el equilibrio presupuestario en 2003 y 2004, y un superávit de una décima en 2005 y de dos en 2006, según la actualización del Programa de Estabilidad presentada ayer y que será remitida a Bruselas antes del día 31. Respecto a las cuentas futuras, en uno de los puntos en los que Rato más insistió fue en el hecho de que los gastos derivados de la catástrofe del Prestige, por su carácter extraordinario, no comprometerán en ningún caso la evolución prevista de las cuentas públicas.

El Ejecutivo también informó ayer de que la deuda pública se reducirá desde el 55,2% de este año al 46,9% de 2006. El Programa de Estabilidad incluye algunas variaciones más en el cuadro macroeconómico de este año, que no afectan a la previsión de crecimiento del PIB del 2,2%. Así, la demanda interna crecerá el 2,1%, resultado de un incremento del consumo del 2,2% y del 1,8% de la inversión. La aportación al PIB del sector exterior será neutra, pero las exportaciones e importaciones crecerán el 1,8% y el 1,7%, respectivamente, frente a las previsiones anteriores, donde sólo variaban una décima respecto al año anterior. El empleo aumentará el 1,1%.

Para 2003, el Programa de Estabilidad mantiene un aumento del PIB del 3% (igual que en los tres años siguientes), con una subida de la demanda interna del 3,1% y una aportación negativa de dos décimas del sector exterior. El consumo aumentará el año que viene el 2,9%, empujado por la recuperación del gasto de las familias, debido al incremento de rentas derivado sobre todo de la rebaja del IRPF. El Gobierno prevé también la recuperación de la inversión, hasta crecer el 3,8%.

El secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, opinó que el Gobierno del PP ha demostrado con la revisión del Programa de Estabilidad para 2002-2006 que hace previsiones "como quien juega a la bono loto", poniendo números "a voleo, a ver si acierta". Sevilla cree que la previsión de un crecimiento sostenido del 3% hasta 2006 y el retraso de la consecución del superávit presupuestario hasta 2005, supone una desautorización del "fundamentalismo" por el déficit cero que defiende el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Por su parte, el secretario de Economía de IU, Salvador Jové, dijo que el Gobierno "carece de credibilidad en materia económica y el descrédito de la política presupuestaria va en aumento". Jové lamentó que, "incluso planteando la posibilidad para ese periodo de un escenario de crecimiento reducido, el Gobierno no abandona su fanatismo por el déficit cero".

Rodrigo Rato, durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Rodrigo Rato, durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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