_
_
_
_

Rato aplaza hasta 2005 el superávit fiscal por el retraso en la recuperación económica

El vicepresidente admite que la catástrofe del 'Prestige' puede generar déficit en 2003

El retraso en la recuperación económica europea que expertos y organismos internacionales auguran pasará factura en las cuentas públicas españolas. Según anunció ayer en el Congreso el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, el superávit presupuestario previsto para 2004 se aplaza a 2005. Así se contempla en el nuevo Plan de Estabilidad que el Gobierno aprobará antes de fin de año y que rebaja a una horquilla entre el 2% y el 3% la previsión de crecimiento económico para 2003. También admite que puede haber déficit y que en ello influirá la catástrofe del Prestige.

Más información
Rato reconoce que el Gobierno no alcanzará este año el 'déficit cero'
La economía creció un 2% en 2002, según las estimaciones del Banco de España

La certeza de que la recuperación europea se hará todavía esperar y el hundimiento del petrolero en las costas gallegas han dado al traste con el escenario económico que el Gobierno se trazó hace un año. Aquellas previsiones sólo aguantaron unos meses. Con los Presupuestos de 2003 se reconoció que el panorama para 2002 era menos optimista que el previsto y ahora se reconoce una un poco más oscura.

El vicepresidente Rato lo admitió ayer durante una larga comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, en la que explicó las líneas maestras del nuevo Plan de Estabilidad 2002-2006. El documento será aprobado por el Consejo de Ministros antes de fin de año para su remisión a Bruselas, como parte de los compromisos de estabilidad derivados del euro.

El crecimiento económico para 2002 se mantiene entre 2,1% y 2,2%, después de su revisión a la baja a mediados de este año. El Plan de Estabilidad inicial fijaba esta cifra en el 2,4%, un nivel que ya entonces fue muy criticado por falto de realismo. Ahora el equipo económico del Gobierno cree que en todo caso se superará el 2%. El consenso de 14 expertos reunidos por la Fundación de las Cajas de Ahorros se ubica en el 2%, una décima más que en la última estimación.

Todo parece indicar que en 2003 se andará el mismo camino. El Gobierno ha partido de una cifra de crecimiento del 3% y con ella ha elaborado los Presupuestos del año próximo. Antes de que comience 2003 ya se admite que el nuevo Plan de Estabilidad establecerá una horquilla entre el 2% y el 3%, lo que sugiere un escenario central del 2,5%. El consenso de los servicios de estudios se encuentra en el 2,4%, una décima menos que en su estimación anterior.

El escenario presupuestario se modifica para hacer frente a una previsible caída de ingresos derivada de ese menor crecimiento económico. La principal consecuencia es que el superávit presupuestario, que en el anterior Plan de Estabilidad se situaba en 2004, se aplaza un año, hasta 2005. La razón es que buena parte de los ingresos reaccionan con un ejercicio de desfase y el año que viene hay que absorber, además, la nueva rebaja del IRPF.

Tampoco en 2003 está garantizado el déficit cero. Según anunció ayer Rato, los daños causados por la marea negra en la costa cantábrica harán reconsiderar ese objetivo. A los 230 millones de euros que, con cargo a 2002, se están destinando a atender las primeras consecuencias del accidente, se añadirán nuevos fondos en 2003. Pero aun sin el problema del Prestige, los Presupuestos de 2003 están ajustados al límite.

Sobre todo, por la inflación. La desviación del IPC en noviembre en la parte que se consolida para el incremento de las pensiones del 2% en 2003 -1.021 millones de euros- es uno de los descuadres no previstos. Hay que añadir el acuerdo para la subida de sueldos de los funcionarios, tampoco previsto inicialmente. Es un año, además, de rebaja del IRPF en plena desaceleración del empleo.

El dinero que se gaste de más por causa del Prestige no afectará a las normas de disciplina que exige el Pacto de Estabilidad, que, con más o menos convencimiento, sigue vigente entre los países del euro. Así lo aseguró ayer Rato, al explicar que el propio pacto prevé que, en situaciones excepcionales, como las provocadas por catástrofes naturales, las desviaciones de gasto no son sancionables y tampoco hay obligación de corregirlas en el tiempo.

Rodrigo Rato, ayer en el Congreso.
Rodrigo Rato, ayer en el Congreso.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_