La economía creció un 2% en 2002, según las estimaciones del Banco de España

La economía española registró un crecimiento del 2% en 2002, según la estimación publicada hoy por el Banco de España en su Boletín Económico correspondiente al mes de enero. El titular de Economía, Rodrigo Rato, ya reconoció a mediados de diciembre que la tasa iba a ser más baja que las previsiones del Gobierno y que se situaría en algo más del 2%.

En todo caso, el Banco de España afirma que esta tasa es inferior a la de 2001 (2,7%), pero muy superior a la que se espera para la zona euro (por debajo del 1%), por lo que destaca que "se ha seguido avanzado en el proceso de convergencia real con los países del area". En el cuarto trimestre del pasado ejercicio, el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó un 2,1% en tasa interanual de la serie corregida de variaciones estacionales, frente al 1,8% del trimestre anterior. La tasa intertrimestral habría sido del 0,3% frente al 0,8% del trimestre anterior.

La entidad señala que "más allá de las fluctuaciones propias de las tasas intertrimestrales calculadas sobre la serie desestacionalizada, se aprecia que la economía española mantuvo un ritmo de crecimiento modesto, pero sostenido, a lo largo del pasado año, con una suave tendencia a la desaceleración que parece haber remitido en la parte final del ejercicio".

Un "modesto déficit"

El aumento del empleo en el conjunto de 2002 rondará, según el Banco de España, el 1,3%, aunque resalta que la tasa de paro ha subido hasta aproximarse al 11,5% "y se habrá producido una recuperación de la productividad de la economía". Además, la entidad destaca que "el resultado menos favorable" ha estado en los precios, donde se registró un diferencial de 1,7 puntos porcentuales con el conjunto de la zona euro, mientras que las cuentas de las Administraciones Públicas se cerró con un "modesto déficit" del 0,2% del PIB nominal, "estimándose que el tono de la política fiscal instrumentada ha sido, prácticamente, neutral".

El informe del Banco de España explica que el aumento de la demanda nacional fue de una cuantía similar al del PIB, con lo que la contribución negativa de la demanda exterior neta estuvo en torno a una décima porcentual. Todos los componentes de la demanda, con las excepciones del consumo público y de la variación de existencias, colaboraron a la desaceleración del PIB, pero mientras que el consumo privado y la inversión en construcción alcanzaron ritmos de aumento apreciables, la inversión en equipo tuvo un resultado muy negativo.

La desaceleración del consumo privado permitió, según el Banco de España, una "ligera recuperación" de la tasa de ahorro de las familias, pero la capacidad de financiación de los hogares se mantuvo en cotas muy reducidas, como consecuencia de la extraordinaria pujanza de la inversión en viviendas, alentada por las expectativas de alzas de precios, lo que propició un aumento de sus niveles de endeudamiento. El Banco de España también destaca los "malos resultados" del sector turístico.