Marina propone en su último libro una segunda revolución sexual

El filósofo José Antonio Marina considera que la revolución sexual de la década de 1960 fracasó por ser excesivamente ingeniosa. "Hizo del sexo un juego", dice, "y nos cansamos de jugar". Por tanto, el filósofo opina que la sociedad evoluciona a una segunda revolución en la que vuelven a unirse sexualidad y afecto. Así lo expone en su nuevo libro, El rompecabezas de la sexualidad (Anagrama), que la pasada semana presentó en Barcelona. Marina, que finaliza su libro con el que llama Manifiesto para una segunda liberalización sexual, considera llegado el momento de escoger entre "la sexualidad de animales listos, o una sexualidad de personas dignas".

Marina reconoció que la primera revolución sirvió como "una campaña de limpieza" de una sexualidad que se había transformado en un "chapapote ideológico". "Nos liberó de tabúes, supersticiones y falsas creencias", dijo. Ahora, considera que hay que "ir más allá de la diversión y el placer, para alcanzar la felicidad". El filósofo, que se ha documentado para elaborar esta obra en materiales tan diversos como libros científicos o revistas del corazón, busca en su obra el origen de la moral sexual, se cuestiona la necesidad de una ética sexual, analiza los resultados de la unión entre felicidad privada y felicidad política, y, principalmente, se plantea sus dudas sobre si es posible una sexualidad feliz.

"El ser humano es un animal polígamo por naturaleza que se ha empeñado en ser monógamo" y "la inteligencia en el sexo nos ha hecho abandonar los seguros carriles del instinto", son dos de las ideas que Marina vertió durante la presentación de su obra. El filósofo cree que la sociedad actual "presiona para que no funcionen las relaciones amorosas estables, por ejemplo, con los horarios de trabajo", y manifestó su preocupación porque "hombres y mujeres empiezan a considerar el mundo laboral como su lugar de realización personal, en detrimento de las relaciones afectivas". Así, abogó por la conciliación de la vida personal y la laboral.

A un ritmo de producción de un libro cada año, el filósofo prepara ya el que aparecerá dentro de 12 meses y que estará dedicado a otra revolución, la francesa.